CANGAS DEL NARCEA.- La estatua homenaje al ganadero se inaugurará mañana tres de octubre

Redondo trabjando en la escultura . Puerto

Una  obra de arte, homenaje al mundo rural, se instalará en el último tramo del paseo fluvial de Los Nogales recientemente reformado. Será el próximo día tres de octubre. En la base de la misma figurará una placa señalando que la tal es un  “homenaje a los ganaderos”. Se trata de una escultura de 11 toneladas y 13 metros cúbicos de roble autóctono, creada por el artista multidisciplinar cangués Francisco Redondo, que define su creación como “una pieza dolménica”.

La decisión del Ayuntamiento de ubicar la escultura en Los  Nogales  convenció al artista porque considera que su pieza podrá convivir muy bien con el entorno, a pocos metros de la capilla del Carmen y casco histórico de la villa, además del puente colgante. Aparte, Redondo ha encontrado un nexo de unión entre Los Nogales y su pieza, que es la madera. Cuenta que este rincón de la villa canguesa fue utilizado durante casi dos siglos para recibir la madera que se talaba en los bosques del concejo y allí se cargaba en barcazas para llevarlo hasta el astillero real de Pravia. “Me gusta que mi pieza, con la cantidad de madera que tiene, esté en un sitio donde la madera fue importantísima”, recalca.

Por otra parte, la madera utilizada tiene su propia historia. Explica Redondo que procede de un bosque centenario de la parroquia de Noceda de Rengos, que había sido cortada hace décadas y que ahora se recuperó uno de sus ejemplares para convertirse en un monumento que busca conectar con el pasado y la tradición.  

 “La pieza está trabajada como se trabajó la madera toda la vida en nuestra zona”, explica Redondo, que en esta labor contó con el apoyo del maestro maderero José Garrido. Reivindica el uso del roble: “Los pegollos de los hórreos más antiguos eran de roble y ahí siguen, después de 400 o 500 años, con una belleza extraordinaria. El paso del tiempo no deja de ser paisaje, no deja de ser belleza. Por eso pienso que esta pieza, dentro de 300 años, será mucho más bella, tendrá esa piel que le da el tiempo”.

La escultura, de más de cuatro metros y medio de largo, de unos tres metros y medio de alto y dos y medio de ancho, evoca tanto figuras animales como antropomórficas. “Es una bestia, es el terreno en sí mismo”, resume el creador, que se inspiró en la huella que ha dejado la ganadería en el paisaje del Suroccidente desde tiempos neolíticos.

Preparando la instalación

 Destaca así mismo que su obra que es “muy nuestra” y matiza que además de rendir homenaje a los ganaderos con ella quiere “hacer un homenaje a lo nuestro”. Para ello cree que influirá haber apostado por una madera y una forma de trabajarla “tan reconocible”. Tras recibir el encargo, Redondo se tomó medio año para investigar, recabar datos y diseñar el proyecto.

Por lo que a su ubicación respecta, el paseo se adecuó con un presupuesto de 50.904 euros: se renovó el pavimento, se colocaron barandillas nuevas y mobiliario y además se realizó un ensanchamiento del tramo hacia la plaza en forma de media luna que integra unas escaleras para unir la plaza con el paseo y que servirá de peana para acoger la escultura.

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R. Mera