¿Es ahora el carnaval o lo es el resto del año?
Crónica emitida en Onda Cero en “La máquina” de esta mañana
Que mañana es martes es fijo
y según el calendario de carnaval el festivo.
Más yo digo y aquí firmo que debe estar confundido.
Ya desde el sábado, este sábado pasado, cada quisqui ha sido lo que ha querido, ha dicho, se ha vestido, ha imitado, ha predicado y cantado todo cuanto a su cabeza le ha venido.
Y todo ello entendible, sin usar vocablos raros,
y hasta haciendo de políticos de uno y del otro lado
se les ha entendido todo lo que han dicho…y hasta lo que han callado.
Las mujeres han sido hombres, los guapos unos tíos raros,
los adonis, adefesios; los brutotes refinados;
y hasta del armario han salido algunos que ya era raros…raros.
Y por ello yo me digo si esta vez el calendario no estará equivocado.
Miguel mira cual infante miraría a un bicho raro,
y asiente con la cabeza y señala el calendario.
Y con el lápiz señala y dice : mira mañana es día cuatro,
y aquí en el Zaragozano dice que al otro es de ceniza
un miércoles celebrado; luego sin duda ninguna
de carnaval es mañana el martes que se ha se ha indicado
sin que en Cangas, ni en Tineo, ni en Pola ni en ningún lado,
y aunque parezca mentira, en contra nadie ha votado.
No me convences hermano que yo bien que lo he explicado:
Desde el sábado pasado todo ha sido como debe.
Cada cual con cada cual se ha juntado o separado
para cabreo de cotillas que no lograban pillarlos.
Y en cada esquina y rincón mil mítines se han celebrado
y nadie se ha preocupado si el tío que allí peroraba
era político propio, aficionado… o estaba de guardia urbano.
Todo ha ido como la seda, todo bien ha funcionado,
pero yo digo y afirmo lo del día equivocado.
De carnaval ha estado ya lleno todo, todito el año.
Zapatero ha hecho de Azanar y el tal Alfredo de Mariano,
y nos han tomado por tontos los de ETA desarmados.
Y el Évole dice inventar algo ha ya años inventado
y nos lo venden como evento por lo cielos inspirado,
callándose en el camino que cada uno de nosotros lo ha pagado y más que pagado,
tanto como al Calatrava, el los edificio raros, que dicen los que mandan que a ellos lo han engañado,
que paguemos otra vez y sigamos todos callados.
Y nos dicen y repiten que todo va viento en popa,
que lo que la calle nota son los disfraces que tapan cosillas un tanto tontas
que los grandes capitostes que manejan las bicocas
enseñan a la tropada que de eso no entiende ni jota.
Y dicen un sí por no, y un no por un ya veremos,
y que lo blanco es azul y el azul un gris marengo,
y que hay trabajo a esgaya y que lo sueldos son buenos,
y que los jóvenes salen para conocer… mundos nuevos.
Y que los hombres son las mujeres y las mujeres los hombres,
y los curas son las monjas y las monjas animadoras
de esos grandes futboleros, o de artistas estirados, que no tributan ni a Hacienda pero luego dan consejos cual profetas devenidos de ilustres iluminados.
Y por todo ello pregunto: ¿Quienes están disfrazados? ¿Quiénes engañar pretenden a los pobres ciudadanos?
Que no amigos que no, que el carnaval ya ha acabado. Que estos son días de verdad y de salir a la calle como un diablo o un santo sin que a nadie cause espanto.
Y saben lo que le digo: que carnaval, carnaval, ya tenemos todo el año.
Y para acabar de arreglarlo en la cuaresma ya entramos. ¿Durará cuarenta años?