CANGAS DEL NARCEA/ARANDA DE DUERO.- De vendimia a vendimia

Vendimia en Aranda
Vendimia en Aranda

 En principio me quedé boquiabierto. Acababa de llegar de la vendimia de Cangas del Narcea (Asturias) y me disponía a recalar unos días en Aranda de Duero para, amén de ver a la familia, visitar “Las Edades del Hombre”.

Como en cada lugar ocurre, acudí al Bar Santa María a tomar el café mañanero y leer la prensa  cuando un titular saltó en la primera página del Diario de Burgos: “La campaña de la vendimia alcanzó los 119.229.282 kilos”. ¡Cojonan tuam!, que decía el paisano latinizando el taco.¡Eso si son quilos!. Pegué la hebra con los paisanos y entre sus datos y los del periódico pespunteé esta nota para que mis seguidores cangueses puedan trazar una aproximación entre vendimias. Unos 120.000 kilos en Cangas y casi veinte millones en la Ribera del Duero.

Según me contaban, la vendimia duró unos cuarenta días y se produjo sobre una extensión de  21.731 hectáreas que componen el territorio de la Denominación de Origen Ribera del Duero.

Vendimia en Cangas
Vendimia en Cangas

Las cifras provisionales que el Consejo Regulador había dado sobre la campaña de este año, la situaban en un récord absoluto de kilos que en aquel momento era el alcanzado en 2006 con 97.189.051 kilos de uva. La cantidad alcanzada en este año es 119.229.282 kilos, lo que supone un 25% más que el año pasado que, decían, “fue la tercera mayor vendimia en cantidad desde que se tienen registros de estos datos por parte del Consejo Regulador y un 36,6% más que la media de las cinco últimas cosechas”.

Ocho mil trescientos setenta y dos viticultores y 295 bodegas han participado en esta campaña de vendimia en Ribera del Duero. La recolección se ha llevado a cabo en las casi 21.800 hectáreas inscritas en la Denominación de Origen; un 90% de las cuales son de Tempranillo, la variedad principal -denominada en la Ribera ‘Tinta del País’ o ‘Tinto Fino’-, la que dota a los vinos de su tipicidad.

La mayor parte de la superficie de viñedo de la Ribera del Duero se ha vendimiado manualmente, al modo tradicional, suponiendo esta práctica en torno al ochenta y cinco por ciento.

Vendiia en DueroMe contaban que  la vendimia comenzó tímidamente aunque, a diferencia de otros años, se adelantó en el calendario abriéndose las primeras bodegas para la recepción de uva el 10 de septiembre, cuando en la campaña anterior la fecha de inicio había sido el día 25. Este adelantó se debió “a las elevadas temperaturas que se registraron en las semanas más avanzadas del verano, que provocaron una idónea y rápida maduración de las bayas”.
Así contaba el diario de Burgos el proceso: “Las jornadas en las que se intensificó de manera notable la entrada de uva en las diferentes bodegas receptoras fueron los días 3 y 4 de octubre, en los que se llegaron a pesar en torno a los 20 millones de kilos del total de esta cosecha. Sin embargo, a pesar de la buena marcha de la vendimia, el 9 de octubre se produjo un drástico parón en la recogida por causa de las lluvias que se generalizaron en toda la comarca vitivinícola e impidieron seguir con las labores en el campo al ritmo deseable.
La importante humedad que dejaron las precipitaciones en el ambiente y la destacada cantidad de agua que se acumuló en los racimos y los pámpanos hizo temer por la aparición de brotes de botritis, hongo que al final condicionó las decisiones que tuvieron que tomar los viticultores antes de reiniciar la vendimia. Las lluvias está claro que han perjudicado el normal funcionamiento de la vendimia pero eso ha hecho que la gente haya hecho unos esfuerzos mayores a la hora de seleccionar la uva, sí que hubo pequeños brotes de botritis pero yo creo que tanto el vendimiador como las bodegas somos conscientes de que hay que mejorar la recepción, es decir, que solo se puede recoger el fruto que esté en perfecto estado sanitario¨, valoraba Javier García, vicepresidente de la Asociación Empresarial de Bodegas de la DO Ribera del Duero (Asebor).

Y he aquí un dato interesante: según algunos cosecheros  la cantidad de uva que se puede haber quedado en los viñedos por estar afectada por esta adversa situación sanitaria podría rondar “el 10% de todo lo que había por recolectar”, una cantidad más que importante.
La técnica de dejar fruto en las parcelas es ya una práctica más que instalada en las costumbres del sector ribereño, lo que ha motivado que las condiciones de la uva que ha llegado a las bodegas haya sido la idónea, a pesar de la aparición de hongos tardíos. En muchas de las viñas que se había vendimiado tarde se podía comprobar  que los racimos malos estaban tirados al suelo, algo que afectaba al número de toneladas total pero, como no se ha recolectado, no afectaría en nada a la calidad.

Además de la importante cantidad de uva vendimiada, la calidad que se ha obtenido este año, con niveles de grado que oscilan entre los 13 y los 14, y una acidez óptima para poder elaborar vinos acordes con la calidad que viene demostrando la Ribera del Duero.

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R. Mera

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