BERZOCANA.- Un breve acercamiento a “REsCATADAS CREACIONES”, de Fulgencio Rodríguez

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 Fulgencio Rodríguez Mera acaba de presentar su último libro REsCATADAS CREACIONES. Lo hizo primero en su pueblo natal, Berzocana y, posteriormente, en el CAP de Alcuescar con gran éxito de público en ambos lugares.

Pero Fulgencio no es un escritor cualquiera. Su especial peculiaridad es que padece una discapacidad desde que nació que solo le permite mover los pies, difícilmente el izquierdo y bien el derecho. Precisamente, con los dedos de éste, es con los que maneja un pequeño punzón con el que teclea en el ordenador

La obra de Rodríguez, prologada por el cantautor Luis Pastor, ( Yo vengo de un tiempo de cerezas) su primo y paisano, consta de un trabajo en prosa ”Debate entre los cuatro elementos de la Naturaleza” y dieciocho poemas que versan sobre diferente temática, dedicados a su madre, a su padre, a la religión,… y ha sido publicada a través de ITINERARTE, un colectivo regional sin ánimo de lucro que busca facilitar la integración de personas con discapacidad a partir de su participación en diversas actividades artísticas y culturales.

Está impregnado el libro de Fulgencio de un profundo espíritu religioso, de una fe sincera y vivencial. En él  aparece algún apunte cercano al lirismo teresiano o de San Juan de la Cruz:

“Loco de amor por nosotros./Contágiame tu locura, para que así pueda yo/estar loco de tu amor y me rebaje Señor,/para amar como tu amas,/ a todos sin distinción/”

 O en “Llora el Niño Jesús” o “Al Dios loco de amor” en el que el un lirismo cuasi infantil se impregna de recuerdos de las  Nochebuenas de su pueblo llenas de villancicos en familia.

Pese a lo señalado prevalece una influencia de una ascética franciscana, quizás no buscada, pero sí presente en el entorno de Fulgencio, de antes y de después, y de sus especiales circunstancias de vida. Su resignación la fundamenta en Dios y a él se aferra a través de su obra:

“Esclavo soy del tiempo y del dinero,/ esclavo soy Señor de mi trabajo,/ esclavo del egoísmo, de la envidia,/ y hasta de mi, Señor, soy un esclavo/.”

O como en “La esperanza del tren de la esperanza”

“Daré gracias también a los enfermos,/ que sois el alma de esta peregrinación mariana,/ pues mi cruz al ver la vuestra, se hace menos pesada”.

El espíritu religioso que Fulgencio vive día a día se traslada tanto al conjunto de toda su obra de manera explícita, pero lo hace también de una forma implícita en aquellas otras composiciones digamos más familiares o mundanas: “A Inés, mi madre”, “Caía la tarde”, a la muerte de su padre Juan Luís; en “Canción de Extremadura”; “Tu amor” o “Canto de Otoño”.

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R. Mera

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