CANGAS DEL NARCEA.- No nevó y Juan pregonó la fiesta preñado de sentimientos y añoranzas

La procesión
La procesión

Pues San Tiso llegó y pasó. La nieve no hizo acto de presencia y el agua se asomó tímidamente al popular barrio cangués sin llegar a estorbar. Al escribir esta pequeña crónica de la fiesta yo podría ser “políticamente correcto” y plasmar una loa al vino y los asistentes. Un “todo fue bien” como hacíamos y se hace en las crónicas de prensa de este tipo para que no se ofenda nadie. No lo voy ha hacer.

El pregón se llevó a la nave de Arsanti restando al acto el marco y prestancia que prestaban al mismo el fondo del Museo del Vino y el propio barrio. No llovía, no nevaba y ni siquiera el frío era el de otras ocasiones. No se justificaba el cambio.

Por otro lado, la fiesta estuvo un tanto fría. Y no lo digo por el envolvente atmosférico. Tras la recuperación habida con la aparición de la Cofradía del Vino y la inauguración del Museo del Vino se ha vuelto no ya al estancamiento, sino a una marcha atrás. La fiesta ha perdido espontaneidad y cercanía para volverse protocolaria y de postureo. Un solo gaitero sin tambor no bombo.

Cofrades con el pregonero
Cofrades con el pregonero

Incluso cada vez son menos los miembros de la Cofradía que acuden. Veinticinco conté en el momento del pregón. Con ellos unos cuantos vecinos y poco más. En el escenario cinco y tres intervenciones, incluida la política del alcalde.

Las bodegas que abren al público (creo que tres) ponen un mostrador en la puerta y allí atienden al personal. En la nave se instala otra barra. Creo que otras tres abrieron al público personalmente invitado. No estuve allí en la tarde, espero que hubiese más animación. Pero ahora vamos con el pregón. Juan Fernández, nuestro amigo Juan el del Quiosco, y presidente de la Sociedad de Artesanos, fue el encargado de ello. Fue breve y directo a los sentimientos de los vecinos del barrio. En un par de ocasiones se le quebró la voz. Le podían los sentimientos. DSC_0751 Esta fue su intervención: “Buenos días a todas y todos. Es un honor para mí ser el pregonero de estas Fiestas de San Tiso, el lugar donde, hace ya unos cuantos años nací en Casa la Obispa, la casa de mis queridos abuelos maternos, Carmen y Benigno. Quiero, por tanto, mostrar mi agradecimiento a la Comisión de fiestas, formada por los vecinos de Santiso y Llamas y, como no, a Toraño, cuya cariñosa pero incansable insistencia venció todas mis reservas. Quiero, también, felicitarlos a ellos y a la Cofradía del Vino de Cangas por haber recuperado esta fiesta que había decaído en los últimos años. Verme en este lugar me llena de recuerdos. DSC_0769Recuerdos de infancia, cuando jugábamos aquí, en el Campo de San Tiso y trabajábamos la huerta que estaba en ese mismo lugar que ahora ocupa el Museo del Vino; de las patatas que sembrábamos con una pareja de vacas tirando de un arado que todos los años bajaban de Casa Perico de Llamas, de cuando venía a regar las hortalizas con mi abuela, mi madre Narbolina, mi tío Evencio, (ya fallecido) y mi tía Emilia. De los veranos, cuando venía a bañarme al río con mis tíos Óscar y Manolín (ya fallecidos). De aquellos bollos de Santiso que nos hacían en casa para que viniéramos a comerlo aquí, al campo o a los prados de alrededor, acompañándolo, como no, de alguna botella de vino.

Recuerdos de la adolescencia y de aquellas fotos que nos hacían Enrique e Higinio Membiela, comiendo los bollos con la pandilla de amigos. ¿Quién no conserva aún en casa con cariño alguna de aquellas fotos?.DSC_0782

Recuerdos de mis primeras cenas en Santisón, con mi abuelo Perico y sus amigos, aquí en la bodega del campo y de las veces que, después, vine a cenar a Santisón con mis amigos en las mismas bodegas. (Santiaguín, Penas, Perico, El Conde, Rosa y Santiago).

Recuerdos de cómo nos juntábamos aquí toda la familia para comer, algo que seguimos haciendo y un recuerdo muy especial para todos aquellos familiares y amigos con los que tantos `santisos´ compartí y que ya no pueden estar aquí con nosotros, comiendo el bollo y celebrando la fiesta.

Pero, aunque es bueno y agradable perderse de cuando en cuando en la añoranza, no debemos dejar que la nostalgia empañe la alegría del presente. Vamos pues todos a comer, beber y disfrutar de un día de fiesta tan bueno que lo recordemos con cariño en el futuro.

¡Viva el vino y viva Santiso!”

DSC_0772

DSC_0784

.Comparte en tus redes sociales
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin
Pin on Pinterest
Pinterest
Share on Tumblr
Tumblr

R. Mera

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.