CANGAS DEL NARCEA: Primer día de Novenas

 

Novenas

El día amaneció con el sol bajando poderoso desde Santa Marina. El campanín de Ambasaguas lanzó sus tempraneros repiques anunciando que comenzaba la Novena, que las puertas a las celebraciones del Carmen quedaban abiertas. El termómetro marca diecinueve grados.

Con sus ecos, algunas neblinas aisladas y altas se disiparon por completo y la mañana abrió en luz y calor contagiada por el cantarín repique y el alegre caminar hacia la ermita de las madrugadoras y madrugadores.

La imagen de la Virgen lucía espléndida envuelta en flores colocadas con esmero y, seguro que también, con mucho cariño.

El rito del inicio de la Novena a la Virgen del Carmen tiene en Cangas una connotación especial que envuelve lo religioso, profano y social en un todo difícil de separar. La asistencia al mañanero acto religioso conlleva también el asistir en grupo a desayunar, a los corrillos de conversaciones tempranas  comentando lo acontecimientos de la última noche.

El día se va abriendo al laborar de los cangueses aunque ya son muchos los que se hallan de vacaciones. También lo son los que han comenzado a llegar de otros lugares tanto para vacacionar como para  integrarse en las festividades. Y digo a integrarse con plena conciencia pues el cangués nunca se limita a asistir a las actos sean esto religiosos o profanos, se integra en ellos con toda su fuerza e ilusión.

La tarde de este día tiene también su especial connotación: la novena  de la tarde.

A las siete de la tarde, miembros de la Sociedad de Artesanos comienzan a dirigirse hacia el Paro del Molín. Aparecen los primeros nervios en los tiradores. Todos son conscientes que el campanín de Ambasaguas volverá de nuevo a sonar. Es esta la apertura oficial del los festejos de la pólvora en esta su especial simbiosis con los religioso que adquiere en Cangas del Narcea una original significación.

A las siete y media los repiques cantan rebotando por el valle y es entonces, cuando los tiradores, ya colocados en el Molín, ponen un roncón de pólvora al puntero de la ermita.

Es el día de las cenas de las peñas, las de numerosos grupos de amigo o compañeros de trabajo, el de apertura de las fechas más esperadas y más vividas de Cangas del Narcea.

Ya al anochecer, la Sociedad de Artesanos entrega su Medalla de Oro a aquella persona o entidad que ya haya distinguido en la promoción y defensa de la citada Sociedad y su Descarga. Pero de eso hablamos en artículo aparte.

 Adaptación el artículo publicado el pasado año en el Porfolio festivo

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R. Mera

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