CANGAS.-El origen de la devoción a la Virgen del Carmen

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Cada año, cuando ya divisamos en lontananza el festivo mes de julio y parte de la ciudadanía se debate entre cómo, de qué forma o con qué cambios, se va a realizar ese preciso año la Descarga, que en Cangas se lanza en honor de la Virgen del Carmen;bueno será que repasemos, aunque solo sea someramente, el origen de la devoción carmelitana, pues es esta devoción el origen del citado acontecimiento el cual no tendría sentido sin la realización de la procesión. Y no se me enfaden esos cangueses de pro a los que en el mes de julio le sale sarpullido ante cualquier alusión a la pólvora y sus mundos que discrepe lo más mínimo de su convencimiento al respecto

 Y se celebra el 16 de julio porque según la tradición carmelita, ese día de 1251, la imagen de la Virgen del Carmen se le apareció a San Simón Stock, superior general de la orden del Monte Carmelo, a quien entregó sus hábitos y el escapulario, principal signo del culto mariano carmelita.

Pero el origen de esta advocación mariana va aún mucho más atrás. Está en un grupo de ermitaños que, alrededor del siglo XII, inspirados en el profeta Elías, se retiraron a vivir al Monte Carmelo considerado el jardín de Israel. De hecho, ‘karmel’ significa ‘jardín’. En medio de sus celdas construyeron una iglesia que dedicaron a la Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Este movimiento dio origen a las órdenes religiosas carmelitas.

En la Edad Media se creía que María significaba ‘estrella del mar’, en latín ‘stella maris’ y desde aquella época, los carmelitas han aclamado a la Virgen como la ‘Flor del Carmelo’ y la ‘Estrella del Mar´.

También, según la tradición, en el siglo XIV la Virgen se apareció al papa Juan XXII   y le prometió ayuda contra sus adversarios si otorgaba una nueva aprobación a los carmelitas.  También prometió la salvación de los carmelitas profesos y de los devotos que llevasen la señal del hábito o el escapulario y cumpliesen prescripciones de oración y, en caso de que correspondiese a su estado canónico, de castidad. La Virgen descendería al purgatorio el primer sábado después de su muerte para llevarlos al cielo, de ahí que esto recibiese el nombre de Privilegio Sabatino. ​Y en los citados escapularios está la explicación de las actuales medallas que portan hombres y mujeres en Cangas como reducción de aquel. En algunas fotos de inicios del pasado siglo aún parecen hombres y mujeres en la procesión del 16 con escapularios.

Pero acerquémonos a Cangas. Todo apunta a que la devoción mariana llegó a Cangas de la mano de alguno de los frailes predicadores carmelitas que vinieron de misiones a la villa, aunque es también probable la promoviese algún devoto influyente. En 1.667 se data ya la existencia de la Cofradía del Carmen de Entrambasaguas. Mas no solo en la villa se constata esta devoción, sino que aparecen también capillas en Llamas del Mouro o Carballo. Con la reforma y modernización de la capilla en 1.742 aumenta notablemente la devoción e influencia de la cofradía que se va imponiendo en la villa en detrimento de la patrona, Santa María Magdalena, lo que sigue sucediendo hoy en día en el que yo creo, al menos en lo que a celebraciones se refiere, ya sea en el aspecto religioso o profano, la ha superado claramente.

Y también, digámoslo, se ha mezclado la fe religiosa con las costumbres y tradiciones hasta el punto que son ya muchos los que no las distinguen.

Continúa mañana

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R. Mera

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