El coche del alcalde y la estrechez de la puerta del ayuntamiento

El coche del alcalde y la estrechez de la puerta del ayuntamiento

FOTO: Somoano presidiendo un pleno

Debía de ser hacia 1.981. Las primeras elecciones municipales habían tenido lugar en el 79, y José Luis Somoano Sánchez ,integrado en la UCA, era el alcalde de Cangas del Narcea. El primer alcalde democrático.

Accedió al cargo con tan solo cuatro concejales, frente a los nueve de la UCD que encabezaba Fernando Rodríguez Verano (Tito). Su elección fue de lo más rocambolesca; hasta el punto de que a lo largo de la noche anterior al pleno, existió la posibilidad de que hasta tres candidatos distintos de los diversos partidos con concejales pudieron acceder a la alcaldía. La Voz de Asturias la calificó como “La noche de los cuchillos largos”. Pero eso lo trataremos en otro artículo.

Era Somoano un peculiar personaje ajeno a lo política en toda su trayectoria. Director de la sucursal de la Caja Rural, tenía algunos terrenos y reses por el Rañadoiro y era un hábil tratante con muchas relaciones en todo el concejo. Ello le llevó a la Unidad de Campesinos Asturianos (UCA), sindicato entonces muy potente. En algún momento, ya a punto de retirarse, me confesó que él llego a lo de la política como medio para relacionarse y potenciar la cartera de clientes de la Caja. Ello no fue óbice para que cumpliera, al menos de una forma correcta, con su cometido. Él dio los primeros pasos para la construcción del Hospital.

Pero a los que íbamos. Un buen día, trascurría uno de aquellos plenos interminables, sin mucho orden ni concierto, pero sí muy pasionales, en los que los concejales intervenían a su buen creer y entender sin la mordaza disciplinaria que posteriormente terminaron imponiéndo los portavoces de cada partido.

“Pues digo yo que si ha salido de aquí deberá poder entrar. ¿O no? Eso es de cajón. ¿O es que les vas a dejar a todos por mentirosos?”

Se abrió la puerta más alejada de la mesa de la presidencia del salón de sesiones y a la misma se asomó Paco “Potes”, conductor y un poco hombre para todo de la planilla municipal, quien increpó desde la distancia

-¡Oiga Somoano!.  Que no puedo entrar el coche hasta el patio, que no entra por la puerta, que es muy ancho, y largo

-Pero vamos a ver Paco. Enfílalo bien, ho

-No, si yo lo enfilo, pero no hay güevos, y eso que tú sabes que yo volanteo bien.

Somoano se mesó una par de veces los cabellos en un gesto muy suyo en los momentos de indecisión.

-¡Per vamos a ver!. Tú no has oído a éstos que están aquí sentados repetir una y otra vez que ese coche ha salido de aquí, del ayuntamiento, que yo no lo he pagado con mis cuartos. Pues digo yo que si ha salido de aquí deberá poder entrar.  ¿O no? Eso es de cajón. ¿O es que les vas a dejar a todos por mentirosos?

Paco soltó una serie de imprecaciones aquí irreproducibles y salió disparado. En el salón de plenos estallaron las risas y los aplausos. No me imagino a ninguno de los alcaldes que posteriormente hemos tenido dando una respuesta semejante, y mucho menos aún, a ningún empleado que interrumpiese así un pleno con tal problema de tráfico interno

Otros tiempos, otras gentes.

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R. Mera

Un comentario en «El coche del alcalde y la estrechez de la puerta del ayuntamiento»

  1. Hay un error en el post, el cabeza de lista por la UCD en aquellas elecciones fue Fernando RODRÍGUEZ VERANO (Tito). Francisco RODRÍGUEZ DE LLANO (Pachín) era el N°2

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