En lo que a fiestas afecta todo cambia, va y viene, y se añora u olvida

En lo que a fiestas afecta todo cambia, va y viene, y se añora u olvida

Cuando uno busca por la pequeña historia de los pueblos se encuentra con apuntes que le desconciertan un tanto o, al menos, demuestran su ignorancia. Uno cree conocer “desde siempre” cuales han sido y son las principales verbenas del concejo pero, ¡qué va!. De pronto te aparece una reseña que te descoloca tal ocurrió a éste comentarista curioseando notas de los años 30.

Hace años, entre las mejores romerías se encontraba la de Bordondio, en Parajas.

Con respecto a las verbenas veraniegas, apunta La Maniega la referente a la celebrada en Bordondio esta nota. “Con gran animación, aunque con tiempo muy frío y algo mojado, se celebró esta fiesta de la parroquia de Parajas, el día 9 de agosto”. Y aclara: “Bordondio es un punto muy pintoresco enclavado en un sitio muy a propósito para que la celebración de su romería sea de las mejores del concejo”. Pues ya lo saben ustedes. Hace años, entre las mejores romerías se encontraba la de Bordondio, en Parajas.

Pero mi idea inicial era hablarles de La Sociedad de Artesanos y la tradicional cena que la misma viene celebrando prácticamente desde sus inicios en las fiestas patronales hace ya más de cien años. A lo largo de los mismos, la fecha de la tal comida ha variado, pero lo que quizás no sepamos es que llegó a celebrase fuera de la villa.

En la terraza de Cachón se reunieron ciento y pico de comensales sirviéndoseles una comida de la que todos se hicieron lenguas por lo exquisita, abundante y bien servida

Les cuento. En la fiesta correspondiente a julio de 1.931, se señala que la citada Sociedad, “viene todos los años celebrando un banquete en La Vega el día de La Magdalena, banquete al que asisten la mayoría de los socios; pero este año trasladaron el lugar del banquete a Corias, a la terraza de Cachón, en donde se reunieron ciento y pico de comensales y en donde se les sirvió una comida de la que todos se hicieron lenguas por lo exquisita, abundante y bien servida”. Tanto es así que decidieron a través de la Maniega, “dar públicamente un voto de gracia a la comisión organizadora y al señor Cachón”.

Y con respecto a la festividad de la Magdalena, y en el mismo año, se añoran los pasados en que (al igual que ahora ocurre), escribían, los festejos venían a unirse con los del Carmen y “hacíase en honor de esta santa, estupendísima verbena en el Campo de la Vega, con animado paseo y baile toda la tarde”. Es decir que había perdido la pujanza de los años anteriores y ya tan solo se celebraban los actos religiosos.

Pues ya ven como el tan traído y llevado “se hace así desde siempre” tiene muchas excepciones, idas y venidas, en lo que a fiestas respecta”.

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R. Mera

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