Presentación del Libro “Remembranzas berzocaniegas”. Por José Luis Rodríguez-Mera Rodríguez

Presentación del Libro “Remembranzas berzocaniegas”. Por José Luis Rodríguez-Mera Rodríguez

Buenas noches a todas y todos.

Vamos a dar inicio al acto de presentación del libro “Remembranzas berzocaniegas” y lo primero es presentarles a las personas que me acompañan en la mesa: Señora alcaldesa, Nines Díaz, concejala de Cultura, Patricia Tejero; Inés Aparicio, Irene Zanfaño, y el autor del libro, José Luis Rodríguez Mera, Pepe para unos, Pepe Luis para otros, Lutrera para los más veteranos y papa para mí. Lo primero es dar las gracias a todos y todas por estar aquí y especialmente al Ayuntamiento de Berzocana por haberse encargado de las gestiones de la edición y a la Diputación Provincial de Cáceres por la impresión de la publicación.

Es evidente por mi acento que yo no soy berzocaniego. Diréis que gallego, alguno con el oído más fino, dirá asturiano, pero mi DNI realmente pone “nacido en Madrid”. Pero esto no es más que un accidente, cuando me preguntan, mi respuesta es siempre “asturiano”, a lo que suelo apostillar, bueno “asturextremeño·, mitad de Cangas del Narcea, mitad de Berzocana. ¿Y por qué esta respuesta?  Bueno, parece una obviedad, ¿no? Estoy aquí, introduciendo un acto en el que se presenta un libro de mi padre, el sí berzocaniego de pro. Pero todo tiene una explicación.

Para mí, Berzocana es el olor a jara cuando llegas por la carretera y bajas la ventanilla, es olor de chimenea en Navidad, es mi abuelo tocando el órgano o sacando cacahuetes de su bolsillo cuando bajábamos a la Plaza a tomar algo, es mi abuela riendo en la mesa de la cocina con mis tíos Miguel y Fulgencio tras llegar a las tantas a comer, es jugar al baloncesto en una canasta colgada a la puerta de la iglesia (¡Ay, si se llegan a enterar los de patrimonio…!), recuerdos que se mezclan con las historias que desde muy pequeño he escuchado en boca de mis abuelos, mis tíos y claro está, de mi padre. Ahí aparecen los nombres de Pablo Chicha, Don Pedro, los Meras, Demetrio y tantos y tantos otros, muchos de ellos personas a los que ni llegué a conocer pero que forman parte de ese “yo berzocaniego” que en parte ha crecido y se ha desarrollado conociendo sus historias, sus anécdotas, sus recuerdos; personas que hacen de Berzocana lo que es. Y esos recuerdos son los que se recogen en este libro y los que construyen ese “soy berzocaniego” del que les hablaba.

En estas remembranzas se recoge el sentir de un pueblo, el orgullo de pertenecer a él y quizás, un Berzocana que ya no existe, del que solo quedan recuerdos que este libro, creo yo, nos ayudará a refrescar y mantener vivos en el tiempo de generación en generación.

Y es que como dice Ana Iris Simón en su libro “Feria”: Si no existiera Dios al que rogar ni cielo al que ir, como algunos pensamos, la única manera que tenemos de seguir vivos es la memoria. Seguimos vivos en las historias que contamos. Y ahora es nuestro deber, nuestra responsabilidad, seguir contándolas”. Pues a ello vamos.

Muchas gracias y cedo la palabra a la señora alcaldesa, Nines, para continuar con el acto,

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R. Mera

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