COSAS DE XUAN. De la “vida sana”, los remedios, y la sobrevenida Novena

COSAS DE XUAN. De la “vida sana”, los remedios, y la sobrevenida Novena

-Buenas Xuan. Ya estamos aquí un año más y con un año menos

-¡Home Pasquín! Muito bueno el verte. Con un año menos y cientos de achaques más. Igual que fai un año n´este  toy hasta el gorro de medicines, médicus, paseos ya noes.

-¿Cómo que de noes?

-Ye fácil ho: Nun comas muito; nun bebas vinu; no faigas esfuerzos; nun comas fruta tras el caldo; nun eches  tocín al cocido; nun le des al orujo por las mañanas; nun… nun…nun… ¿Quédate claro?

-Bueno hombre, a nuestros años tenemos que cuidarnos

“Yo cuídome muito bien comiendo buen caldo de berzas, huevos fritos con patatas, chorizo ya jamón….”

-Eso es lo que quiero facer yo ya no me deixan. Yo quiero cuidarme Pasquín. Son los otros los que no me deixan. Yo cuídome muito bien comiendo buen caldo de berzas, huevos fritos con patatas, chorizo ya jamón, subir al monte, baixar a la villa a echar unos cafetines y ver las mozas; dir a Narcenatur ya mercar galguerías, echar unas copichuelas con los amigos… eso ye lo que es cuidarse bien cuidaito y que los modernos (que ahora llámense progresistas) dicen es perder calidad de vida ¡Dábales de morradas!

-Bueno, bueno, cálmate, disimula y ve haciendo lo que te parezca. ¿Dónde caminas?

-A buscar a Ángel “Camión” tengo falar con él, y de paso a ver si veo al demonio del Cuntapeiro, al Mera.

-¿Es que quieres explicarle lo que ha de hacer para jubilarse?

¡Nun faigas el tonto!  Eso explicóselo ya Pepe “Bisuyo”. Quedei con él pa tomar café y falar un rato. Anda agobiao con las fiestas, el Voladorón Artesanos ya toas esas cuestiones.

-Pues ahora que recuerdo, no está en Cangas. Fue a Tapia comprar no sé qué para una comilona de novenas, pescao y eso. Dice que es tradicional en estas fechas.

-¡Coime!, es cierto, tamos la semana las novenas. ¡Coñu, coñu! ¿Sabes que toi pensando Pasquín?; que vamos d´ir tú ya yo a merendar grandemente donde a bien nos venga ya que den por saco a los médicus, a las medicinas, a la mío fia y a la mío nieta.

“Vamos d´ir tú ya yo a merendar grandemente donde a bien nos venga ya que den por saco a los médicus…”

¡Alto, alto, Xuan! A mí no me metas en problemas familiares y de médicos, y menos con la tu fia que tienes más malas pulgas que el toro de Muirazo.

-Echemos un vinín n´el Elvi ya damos unas vueltas al asunto. ¡Tamos en novenas ho!

-Vale, vale, echemos el vinín pero con cuidaito, que a mí también caliénteseme la boca echando hostias y aluego pásolas putas.

-¡Joder Pasquín!, luego soy yo el de las palabrotas, si te oye el Cuntapeiro amonéstate como los árbitros del fútbol ese. Ya no te preocupes, tómate estas pastillas ya listos.

-Pero que pastillas ni que…

Xuan sacó una abultada cartera decidido y de ella un papel en el que tenía envueltas una pastillas, eligió una y se la dio a Pasquín.

-¡Qué sí home que sí!, diómelas la mio nieta que más que Económicas parece ha estudio medicina ya recéteme más que Honorino. Llámase Paracetamol ya sirve hasta p´a las resacas. ¡Toma, toma! Ya tengo otra. Creo que se llama Ibo..ipo.. ceno, algo de ceno, ye también mano de santo aún sin receta.

-Anda pesao, las guardaré p´a luego

Apenas pisar el local, Xuan se lanzó sobre la barra

– ¡Dos vasos!, pero de ese vino Ribera bueno que ties ahí, ¡tamos en novenas!

-Xuan que nos perdemos, que aún queda p´a la hora de yantar

“Ponnos otros vinos, pero de Rioja; es que queremos facer una comparanza que se dice”

-¡Quia perdese nia demonius! Tamos vivo y cuasi en fiestas, ¿Qué más podemos pedir que unos vasos bien servíos ya bien bebíos en buena compaña? Pues apura que bien empuxando.

Entre risas apuraron el primer vaso. Xuan golpeó suavemente con el suyo vacío en la barra.

-¡Neno! Ponnos otros, pero de Rioja; es que queremos facer una comparanza que se dice.

Y luego compararon con el Bierzo, y luego con León, y después con Rueda…

-Fai que celebrar bien la novenas Pasquín, aunque no recemos un carajo.

Y Xuan se reía a carcajadas mientras Pasquín, con una disimulada sonrisa en la boca cabeceaba dubitativo

Tras algunas cavilaciones decidieron ir hasta el Metro, pues, explicó Xuan, se rumoreaba iba a cerrar y estaría bien “una buena despedida”, aseguraba. Se dejaron de comparanzas y la emprendieron con los de Cangas que manejaban bastantes mejor que los foráneos, incluso se atrevían a señalar alguna que otra viña o lugar de elaboración.

-Forraremos algo, apuntó Pasquín que notaba ya la presión de los vapores.

Pidieron una abundante ración de jamón que les fue cortado y servido sin floritura alguna en lonchas gordas y grasientas. A lado dos buenos trozos de pan.

No tardaron en dar buena cuenta de jamón, pan y vinos, a la vez que decidieron ir a comer. Primero pensaron en el Químico, pero lo desecharon por cuanto andaba por allí Honorino, el médico, que allí mismo cortejaba, y si les pillaba podía caerles la del pulpo por andar rompiendo todas las normas médicas que les tenía impuestas dada su edad y condición.

-Pierdes tu Pasquín, que lo del azúcar lo lleva a rajatabla

Bajaron Calle Mayor abajo hasta aparcar en el Amador, donde se juramentaron no tomar más de dos vinos. Xuan se empeñó en cantar una asturianada, pero Pasquín se opuso terminantemente y la cosa quedó en alguna que otra entonación por lo bajini y algún que otro ¡Viva la quilica!, ¡Viva la Virgen del Carmen

Y la cosa quedó en alguna que otra entonación por lo bajini y algún que otro ¡Viva la quilica!, ¡Viva la Virgen del Carmen!

Cumplieron su palabra y, como la hora el yantar era ya más que pasada decidieron, con buen criterio, comer allí mismo, al lado, en el Magadán.

Mientras en el piso de arriba les preparaban mesa y mantel echaron un vaso de un vinín de Tebongo, “buenísimo”, según les aseguraba Nones que andaba por allí. Y convinieron que así era por lo que pidieron una botella del mismo para acompañar el condumio.

-Voy pedir con cuidadín por el aquel del régimen y “p´a que no nos riñan”, explicó Xuan con toda la seriedad del mundo.  Y tras oír la relación de los platos disponibles en la cocina acordaron unos pinchos de embutidos, “abundantes”, unos chorizo a la sidra, un buen caldo de berzas, “que olía a gloria a bendita”, y unas chuletas de cerdo, “de las gordas”, especificó Pasquín, con pimientos y patatas fritas.

Ya lanzados, remataron con sendos platos de arroz con leche, que a juicio de Xuan, estaba “poco compacto”. Café, chupitos de orujo y de orujo con hierbas, un par de vivas al Carmen y a la quilica cerraron la mañana cuando el reloj de a colegiata daba las cinco de la tarde.

-¡Después de todo, tampoco hemos roto tanto el régimen!, ¿verdad Pasquín?

-Verdad Xuan, verdad, estamos al borde de la santidad reconocida.

Y emprendieron camino del Paseo en busca del ALSA con una sonrisa de oreja a oreja

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R. Mera

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