Sin esfuerzo, entrega y estudio, no hay futuro, aunque decirlo sea políticamente incorrecto

Sin esfuerzo, entrega y estudio, no hay futuro, aunque decirlo sea políticamente incorrecto

Dicen los voceros de la España oficial que tenemos a la juventud mejor preparada de las últimas décadas. Puede que sea cierto, e incluso muy políticamente correcto, pero más cierto es aún que tenemos nada menos que un 22% (algo más de un millón) de jóvenes que ni estudian ni trabajan y tenemos también la tasa de paro más alta de Europa. Veamos la referencia comparativa: en la OCDE la media de los que ni estudian ni trabajan se establece en el 14%. Somos el segundo país de la misma, después de Italia, en esta pésima situación. Y si a ello agregamos la especial situación negativa en que nos coloca el informe PISA respecto a los rendimientos educativos, tendremos la tormenta perfecta en cuanto a la más que negativa situación de nuestros jóvenes. Pero, ¿habremos de achacarles a ellos esta situación? No lo creo, aunque con ello no les exima, al menos a parte de ellos, por completo de su responsabilidad.

Coloco en primer lugar el haber llegado a un sistema educativo que, en aras de un mal entendido “progresismo”, basado en lo definido desde los intereses políticos de uno u otros partidos como “políticamente correcto”, ha olvidado colocar la capacidad y el mérito, el esfuerzo y la motivación, como ejes de la educación en general, y la preparación laboral en particular. Los ha sustituido por la “motivación”

Y tan es así que las nuevas normativas educativas tienden a evitar los suspensos, ya desde los primeros años de Primaria, no castiga el absentismo, ni la falta de respeto al profesorado, no castiga los destrozos en el mobiliario y huye de las técnicas esenciales de la enseñanza como el esfuerzo, trabajo y memorización. Incuso mantiene las becas aun cuando aparezcan en los expedientes de los becados varios suspensos y el rendimiento sea mínimo.

En 2007, los Nines españoles estaban en el 13,8, la media de la UE, pero poco después esa cifra se multiplicó. Y con estos datos es más que discutible que podamos seguir manteniendo que tenemos a la juventud  mejor preparada de la historia por muy políticamente incorrecta que sea esta afirmación. Y quizá también poruqe desde el gobierno se obstaculiza ,ás qeu se facilita el acceso al trabajo de los jóvenes

No comulgo tampoco con la idea de que los jóvenes que sí estudian, que sí compiten y que si se preparan, son tan solo los de las familias acomodadas que, afirman desde determinados medios, solo buscan el impedir que asciendan los de otras familias menos pudientes. Bastantes de estos jóvenes, aunque no mayoría eso sí, se abren camino desde casi olvidadas aldeas y llegan a ocupar puestos notables de responsabilidad y conocimientos. Ofertar más oportunidades, sí; ayudar desde los organismos oficiales, también; crear nuevas política de incentivación al esfuerzo (que no de cheques de esto o aquello que más que motivar desmotivan) también; pero nunca buscar que cuadren los datos de lo bien que va todo haciendo desparecer los suspensos u olvidándose del esfuerzo, la entrega y la motivación de alumnos y profesores. El intentar igualar por abajo, por el mínimo esfuerzo, por el mínimo de conocimientos, es un tremendo error que pagarán las generaciones que vienen detrás

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R. Mera

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