Miramos a Corea y encima presumimos

Miramos a Corea y encima presumimos

Cuando este que les habla acababa de cumplir dos años, los Estado Unidos y Rusia se reparten Corea fijando la frontera entre ambas, Corea del Norte y del Sur, en el paralelo 38. La primera quedó bajo el control ruso y la segunda bajo el americano,

En aquello momento nadie daba un duro por la del Sur por cuando en el norte quedó el grueso de la industria y los principales elementos productivos, mientras que en el Sur apenas alcanzaban a producir para su propia subsistencia.

Pero con el tiempo todo fue cambiando. Las recetas comunistas que se aplicaban en el norte (y hablo de historia no de ideología) no daban resultado y la economía comenzaba a resentirse, bajaba la producción y se establecía el control de los beneficios y los medios productivos, la enseñanza y la economía en general, por el gobierno y sus representantes en los comités en cada región. En el sur, la política liberal de los americanos fue trasformando todo y empujando fuertemente la economía. La potenciación de la enseñanza pasó a formar parte esencial de la política de sus gobiernos.

La potenciación de la enseñanza pasó a formar parte esencial de la política de sus gobiernos.

La cosa se fu complicando y diferenciando de tal manera que hoy en día, aquella próspera Corea del Norte es un país atrasado en el que en estas mismas fechas su gobierno acaba de anunciar grandes hambrunas incontroladas. Por el contrario, aquella otra Corea de producción de subsistencia, pobre y analfabeta en 1.948, es ahora la décima economía del mundo y séptimo país exportador. Tiene 57 millones de habitantes y nos venden su alta tecnología y su modernidad como ocurre con el cine.

Una de las grandes claves de este éxito ha sido su obsesión por la educación que va desde las familias hasta el Estado. Y es aquí donde yo quería llegar pues nosotros estamos recorriendo precisamente el camino contrario en todos los órdenes, pero muy especialmente en la educación. En Corea y en la mayoría de los países se priman el trabajo, los conocimientos y el esfuerzo, y se intenta que todos lleguen a los más altos niveles dominando en estos tiempos todos los registros planetarios al respecto.

Una de las grandes claves de este éxito ha sido su obsesión por la educación que va desde las familias hasta el Estado

Hace pocas fechas, el presidente de Corea del Sur ha visitado España y habrá alucinado en colores, como ahora se dice, al ver como nosotros, para mejorar en las ratios educativas, en las que ocupamos los últimos lugares de Europa, igualamos por abajo, no valoramos el esfuerzo, ni la capacidad, e incluso eliminamos los suspensos. Y más aún lo habrá hecho al comprobar como presumimos aún con una de las cifra más altas de muertos por Covid, ellos están en el mínimo; la gran deuda que arrastramos, el ato paro juvenil, o como el presidente de una región de tan solo 7,5 millones de habitantes le hace un corte de mangas al jefe del Estado de un país de 47, ante la aquiescencia del presidente del Gobierno

Y puede que el presidente de Corea del Sur, a la que casi consideramos tercer mundo, se vuelva, nos mire despectivamente, nos haga un corte de mangas y nos diga aquello de “arrieritos somos…

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R. Mera