¿Qué hacemos con los animales en las aldeas? Cuando solo se legisla para las ciudades

¿Qué hacemos con los animales en las aldeas? Cuando solo se legisla para las ciudades

¿Se imaginan ustedes a los vecinos de todas y cada una de las aldeas de este Suroccidente acudiendo a Oviedo a realizar un curso de conocimiento para aprender a tener un perro, un gato, u otra cualquier mascota en casa? ¿O para entender qué ha de hacer con los que cuidan del ganado?

Pues a juicio de los que legislan allá en lo sillones de las ciudades se les ha ocurrido algo parecido…o peor. Vamos, para mear y no echar gota. Está visto que nuestros gobernantes no ven más allá de las grandes ciudades y ellas son España, el resto no existe.

Viene esta disquisición a cuento de la nueva Ley de Protección y Derechos de los animales que el gobierno quiere pone en marcha. A falta del trámite parlamentario y los siempre “matices “de aquí y de allí, para los vecinos de estos pueblos, e imagino que para los de otros muchos, todo suena a cachondeo. Derechos, dicen tan tranquilos. ¿Tienen los animales derechos? Si es así también tendrán obligaciones. Y libre albedrío, y responsabilidad.  ¿O es que pretendemos humanizarlos mientras nosotros nos asilvestramos?

Ni se le ocurra dejar un perro en el monte más de 24 horas, se expone a un multazo de entre 600 y 30.000 euros.  Al gato, por lo menos, se le puede dejar hasta tres días.

 Lo que no nos dicen, de momento, es como se llevará a cabo este control. Cómo sea por medio de denuncias no quiero ni pensar la que se liará en muchos pueblos por mor de las rencillas y envidias de unos con otros y otros con unos

 Y hay paisanos que se preguntan, ¿Cómo carajos pretenden que se pueda meter en casa el perro de un pastor para que no se quede solo?

¡Ah! Y nada de carrancas o collares con pinchos, prohibido o multazo otra vez, amén de que es un agravio al perro, dicen, puede dañar a algún lobo. ¡Manda carrallo! que diría el gallego.

Y multazo también si tienen crías. Nada de procrear en casa, solo podrán hacerlo bajo la tutela de los profesionales dedicados a estos menesteres. El pero o el gato quiero decir, no sea el demonio

En las tienda de anímales solo podrá haber peces y las mascotas solo podrán ser adquiridas a criadores profesionales o protectoras.  O séase que en vez de preocuparse por las posibles escapadas nocturnas e incontroladas de sus hijos, por las posibles consecuencias negativas que de ellas puedan derivarse, habrán de hacerlo, y mucho, por las del perro o el gato, pues si tiempo después paren en su casa, puede que además del multazo correspondiente termine poco menos que en la cárcel.

Y me temo que incluso pueden argumentarnos que todo esto lo hacen por nuestro bien, a demanda de la gente y para evitar la despoblación de las zonas rurales. Pues eso.

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R. Mera