CANGAS DEL NARCEA.- El pregonero reivindicará el orgullo de lo rural, de haber vivido una historia en común para abrir nuevos caminos

El pregonero

El oncólogo cangués Pablo Martínez,  será el pregonero que abra, el próximo 14 de julio en Cangas del Narcea sus fiestas del Carmen y la Magdalena. Martínez nació en Puenticiella en 1981 y, como muchos cangueses de su generación, al terminar los estudios de Secundaria se marchó fuera a estudiar; en su caso Medicina en la Universidad de Oviedo. Trabajó en Barcelona y ahora lo hace en California.

Pertenece a la generación de cangueses a la que primero afectó el cierre de las minas y la crisis laboral y económica que ello trajo consigo derivando ello en una más que amplia emigración, pero el pregonero se muestra optimista al respecto y nos recuerda hace 150 años Cangas ya era un pueblo pequeño; en medio, dice, descubrimos el carbón y hubo un boom, todos los caminos están abiertos, afirma.

En su pregón, ha avanzado Martínez, reivindicará el orgullo de lo rural, el orgullo de haber vivido una historia común recordando como la sociedad canguesa evolucionó y se transformó en este último siglo, y nos recordará como “las cosas han mejorado mucho si pensamos en cómo crecieron nuestros padres y abuelos. Evidentemente, queremos que sigan mejorando”. Y para ello, precisa, “la tradición de la Descarga es fundamental, es el hilo conductor que ha construido los valores que compartimos los cangueses, que son los que nos van a sacar adelante. Cangas ha sobrevivido a cosas mucho peores que la transformación energética del siglo XXI. Creo que lo fundamental ahora es encontrar nuevas vías de progreso y generar industria alrededor de ellas. Tenemos que aceptar que las minas no van a volver a abrir y seguir apostando por el turismo, la viticultura y los recursos naturales de Cangas. Son ahora nuestro carbón, lo que puede generar empleos para que los jóvenes no marchen. Por mucha autopista que pongas, si no hay industria ni empleo, no sirve. Tenemos que apostar por un proyecto cohesivo y estoy seguro que la autopista acabará llegando.

Y añade nuestro pregonero: No intento dar una visión excesivamente optimista. Pero si dar esperanza de que Cangas y su mundo rural está progresando, igual no a la velocidad que querríamos, pero yo vengo de una generación en la que no se veía ningún futuro después de cerrar las minas, todo dependía del salario de los mineros. Veinte años después tenemos el Parador de Corias, el mayor de España, y estamos recuperando el vino, una tradición medieval en esta comarca. Nos estamos recuperando aún de la reconversión minera, que es algo complejísimo, pero sabemos lo que queremos y lo que tenemos en Cangas, por ejemplo, Muniellos el mayor robledal de Europa.

Los jóvenes tienen que estar orgulloso de donde viene y pensar que no es menos que nadie ni que va a tener menos éxito que otros jóvenes. De mi generación conozco muy pocos que no hayan hecho algo útil en la vida. Los que se fueron son ahora policías, abogados, profesores o médicos. Y los que se quedaron son viticultores y hosteleros. Un cangués tiene las mismas oportunidades que un madrileño o un ovetense. Se tiene que luchar por lo que se quiere, seas de Cangas o de Madrid.

Nuestra enhorabuena al pregonero y que sus deseos se cumplan

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R. Mera