SUROCCIDENTE.- El urogallo goza de buena salud, pero vigilada

Ante el pesimismo de determinados grupos animalistas o ecologistas y la indiferencia de gran parte de la población de la comarca directamente afectada, todo apunto a que el futuro del urogallo se abre como positivo.

Así al menos se ha considerado en una jornada de presentación celebrada en Villablino en la que se dieron a conocer los avances logrados en el proyecto de recuperación del urogallo en la Cordillera Cantábrica, en el que participan activamente la Junta de Castilla y León, Asturias y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Los esfuerzos de los últimos seis años se han centrado en medidas como el control de predadores y la limitación del acceso a los cantaderos durante la época de cría.

La toma de muestras realizada en 2019 y los posteriores análisis genéticos arrojaron una estimación poblacional de 130 machos y 60 hembras, lo que suma un total de 190 ejemplares de esta especie icónica. Para evaluar la evolución de la población y el impacto de las medidas implementadas, se llevará a cabo una nueva muestra en 2024.

Se estima la existencia de 130 machos y 60 hembras, lo que suma un total de 190 ejemplares de esta especie icónica

El evento se enfocó en informar a la población local de las áreas donde aún se encuentran urogallos, principalmente en las comarcas de Omaña, Laciana y Alto Sil en la provincia de León, y en los concejos de Ibias, Degaña y Cangas de Narcea en Asturias.

El elevado grado de amenaza de la población cantábrica de urogallo llevó a su declaración como especie en situación crítica en 2018. Esto condujo a la formación de un grupo de trabajo con representantes de diversas instituciones y expertos, quienes se reúnen periódicamente para tomar decisiones basadas en recomendaciones científicas y experiencias de conservación en otros países.

Durante la jornada, se presentaron varios resultados significativos. El investigador del IREC-CSIC, José Jiménez, reveló que la población de urogallos se estima en 190 ejemplares, con 130 machos y 60 hembras. Además, se destacó el seguimiento de los parámetros reproductores, que mostraron valores cercanos a dos pollos por hembra en 2023, el mejor dato en años.

Desde la Fundación Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León, se presentaron datos sobre el radioseguimiento de ejemplares, que revelaron tasas de mortalidad anual de alrededor del 40% debido a la depredación.

José Castresana, del IBE-CSIC, informó sobre el estado genético de las poblaciones ibéricas de urogallo, destacando que las poblaciones pirenaicas y cantábricas constituyen una unidad evolutiva diferenciada del resto de núcleos europeos.

El evento también abordó temas como la gestión de depredadores, la reproducción en cautividad, la evaluación del hábitat y las acciones para mejorar la supervivencia de la especie. Además, se destacó la importancia de la selvicultura para restaurar el hábitat del urogallo.

En resumen, los resultados provisionales del proyecto de recuperación del urogallo en la Cordillera Cantábrica son alentadores, pero la especie sigue enfrentando desafíos significativos. La colaboración entre diversas entidades y la implementación de medidas de conservación son esenciales para su supervivencia.

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R. Mera