CANGAS DEL NARCEA.-Los cincuenta años de La Amistad

Una vez pasada la vorágine festiva queremos volver la vista atrás y, ya con el ´ímpetu festivo apagado, volver sobre la entrega de la Medalla de Oro de Artesanos que este año recibió la Peña La Amistad en un acto de nuevo formato y lugar que mejoró bastante su desarrollo. El Toreno es el lugar más idóneo para el mismo

Medio siglo ha pasado desde que diez amigos, capitaneados por el ínclito Cándido Vede, respondieron a la llamada de la Sociedad de Artesanos para tirar 30 docenas de voladores que reforzasen la Descarga. Lo hicieron con las condiciones de poder constituirse como grupo independiente y tener un lugar fijo para tirar cada 15 de julio. Todo se cumplió y así  surgió La Amistad. Corría 1.973

Ocurría ello cuando yo aún no había cumplido un año de estancia en este concejo ya que había llegado en septiembre de 1972. Quizás este paso fue uno de los primeros que se iniciaron entonces y que llevaron a sacar las fiestas de un devenir rutinario y una atonía que las retenía en una continua repetición de actos que terminaban siendo sosos y, salvo la Descarga, prácticamente sin vida. Y como en ellos me vi directamente implicado puedo decir que recorrí el camino festivo de todos estos años, sus cambios su eclosión y su activo dinamismo hasta hoy, paralelamente a los muchachos de La Amistad. Aquellos muchachos de pantalones oscuros, camiseta blanca y una boina negra con el nombre de la peña bordado

Y allí estaba un joven dinámico y voluntarioso, Cándido Vede, que fue su primer presidente y que, estoy convencido, en lo más profundo de su ser nunca ha dejado de serlo. Y por allí pasaron Emilio Arias, José Luis Barrero, Juan Quiosco

Y mayores aún fueron mis vivencias cuando conocí a José María G, Azcárate, ejerciente y activo peñista que me acercó a muchas de las tradiciones y pequeñas cosas de Cangas tanto en época de fiestas como fuera de ellas. Aun seguimos dando vueltas a la misma problemática.

“Había carcasas de 300 y 500, los fuegos eran impresionantes, parecía que te caían encima”

Y memorables las celebraciones del 25 aniversario, explicaba emocionándose el actual presidente José Manuel Álvarez “Morrosco”. “Fue el mejor disparo, la seguridad no era tan estricta y había carcasas de 300 y 500, los fuegos eran impresionantes, parecía que te caían encima”.

 Son cientos sus anécdotas y miles sus casos y decires. He aquí algunas de las que contaron en el acto en el que recibieron la Medalla de Oro de Artesanos:

-En una de esas ocasiones, prepararon una carcasa con confeti y caramelos para lanzarla al aire y que cayese en medio de la zona de la verbena. Se pasaron horas haciendo medidas desde distintas ubicaciones para calcular la trayectoria del lanzamiento y que los caramelos y el confeti llegasen al baile. Dispararon, pero “en el baile no quedó ni un caramelo, pasaron a la calle de arriba y a las huertas de El Fuejo”, recuerdan entre risas.

No tiene menos enjundia la que relató Manulón en la entrega de la citada Medalla:

-Se empeñó Cándido -y ya sabéis lo cabezón que es- en que había que colocar los barrenos en la máquina de forma que al salir sonase como una melodía, nada de pon-pon.pon…. sino algo así como pon-pon…pon-pon-ponponponn-ponnn…

Le hicimos caso, los colocamos y… pon-pon-pon-pon… Los cambiamos, juntamos y separamos una y otra vez… y pon-pon-pon-pon

Después de unos cuantos intentos, llega Cándido eufórico: ¿Lo habéis notado? Estamos cerca, pero muy cerca…. Nosotros seguíamos oyendo el pon-pon-ponpon. Así era y sigue siendo Cándido.

Cincuenta años son muchos años; es el paso de la bullanguera juventud al sosiego de la madurez y el acercamiento  a los años de retiro.

¡Larga vida a La Amistad!

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R. Mera