Ni fumar, ni engordar, ni decidir

-Estoy llegando al colmo de los colmos. Los que gobiernan se han empeñado en no dejarme, no dejarnos, fumar ni engordar.
Xuan braceaba enfadado argumentando a su amigo Pasquín los que él consideraba desmanes del gobierno en cuanto a regular la vida, haceres y decires del personal, incluso el de las aldeas más remotas.
-Mira que te digo: Peor que con Franco. La censura es ahora peor que con Franco. Antes tenías muy claro lo que podías o no podías hacer; lo que podías o no podías decir. No lo hacías y no pasaba nada, lo hacías y te la jugabas, eras tú el que decidías. Pero ahora no hay güevos a saber qué quieren o no quieren tanto los que mandan como esos tantos otros que se ofenden por un quítame allá un aumentativo, un adjetivo o un simple decir a su personal y parcial criterio, algo que rápidamente definen como ofensivo o fascista, o creación de fango, profesión a la que, al parecer, se dedica ahora bastante personal, tanto políticos como aquellos otros que andan siempre a su alrededor riéndoles las gracias y dándole al incensario.
Y meto aquí también a esos que se limitan a ser “la voz de su amo” haga este las barbaridades que haga, incluso aunque sean palmarias, evidentes y escandalosas
Tan pronto te dicen que lo correcto es `so´ como al momento y sin apenas respiro que lo es `arre; incluso son capaces de explicarte que también lo son `so´ y `arre´ a la vez si es ello lo que les interesa, si es así como quieren que sea para los demás, conformar lo que quieren que se sepa o admitan los demás y que ahora llaman `relato´, algo por encima de la mismísima verdad o evidencia de lo ocurrido realmente. Lo que importa es el `relato´ no lo ocurrido o la verdad sobre los hechos contrastados y verificados, la verdad es el relato no la realidad.

Y como te decía: siguen empeñados en controlar si comemos tantas o cuantas grasas, o verduras, o fruta… Que si los triglicéridos esos, que vete tú a saber que leches son o en dónde están o que esto o aquello viene mal al intestino, lo otro al páncreas ese y lo de más allá al cerebro y al celebro , que ahora dicen no es lo mismo; o que el tabaco mata sí, pero da muchos cuartos al gobierno con los impuestos, o que la vas a fastidiar saliéndote maldades en los pulmones o en el esófago, o en intestino grueso cerca ya de donde la espalda pierde su honroso nombre.
¡Y del vino! El vino ni tenerlo en casa. Tan solo sus vapores pueden cargarse a media familia. ¡Lo dicho!: ¡Quieren regularnos hasta el horario de mear y cagar! y… ¡si no andamos listos nos obligaran a llevar muestras diarias de ambas cosas!
-¡Manda carallo! que diría el gallego