José Manuel Álvarez, acusado del crimen de Degaña, declaró ante el juez de Cangas del Narcea, cinco meses después de los hechos

Se ratificó en su declaración ante la Guardia Civil señalando que “no entró con intención de matar”

José Manuel Álvarez Fernández, acusado de matar con un machete al padre, al hermano y al novio de su exmujer, Silvia Brugos, en Degaña el pasado 22 de Mayo, declaraba en la mañana miércoles día 26, en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cangas del Narcea, cinco meses después de ocurridos los hechos.
Álvarez mantuvo la declaración efectuada ante la Guardia Civil señalando que «no entró en la vivienda con intención de matar y que tan solo portaba un atornillador y una maza con la que rompió la puerta de la vivienda”. Según relató el propio minero en aquella declaración, su intención la noche de los hechos era simplemente “ir a buscar y recoger a su hijos” y que se limitó a defenderse cunado fue atacado por los vecinos de la vivienda.


Sigue reconociendo que fue él quien apuñaló hasta la muerte a Manuel Ángel Brugos, Roberto Brugos y Jorge Marqués pero insistió en que lo hizo en defensa propia. Repitió que fue de madrugada a buscar a sus hijos y que los habitantes de la casa le atacaron con un cuchillo para no permitir que se llevara a los niños. Álvarez señala que consiguió hacerse con el cuchillo con el que mataría a los habitantes de la casa. Javier Ordóñez, abogado defensor, ha solicitado al servicio de salud de Castilla y León una acreditación de los trastornos de índole mental que puede sufrir su defendido, por lo que las diligencias aún están en su fase inicial y no hay fecha para el juicio. Álvarez había sido diagnosticado con un trastorno ansioso-depresivo anterior al triple asesinato
A finales de junio, el abogado de la defensa, Javier Ordóñez, presentaba la solicitud para que José Manuel diese su versión de los hechos, algo que se negó hacer en un primer momento tras ser detenido y trasladado al Juzgado de Cangas del Narcea. Fue entonces cuando el presunto homicida se acogió a su derecho a no declarar.
José Manuel Álvarez Fernández, un minero leonés de 42 años, irrumpió en la madrugada del domingo, 22 de mayo, en el domicilio de su exmujer, la concejala socialista en el municipio Silvia Brugos, y mató a machetazos al padre de ésta, Manuel Ángel Brugos Álvarez, de 61 años, a su hermano, Roberto Brugos, de 33, y a su actual pareja, Jorge Marqués Vado, de 38. El hombre prosiguió su ataque apuñalando a la propia Silvia Brugos y a su madre, Isabel Rodríguez. En la vivienda se encontraban también los dos hijos que tuvo la pareja, de 11 y 6 años, a los que no agredió su padre.
Durante el asalto, la propia Silvia Brugos consiguió hacer dos llamadas telefónicas. Una fue a su tío, que vive en las inmediaciones, y a quien alertó de la situación y la otra otra, a la Guardia Civil,. La patrulla que esa noche se encontraba de guardia acudió presta al lugar, sorprendiendo al propio José Manuel Álvarez. Que trató de huir colisionando su vehículo de los agentes. Previamente habría pinchado las ruedas de dos vehículos estacionados en la entrada, presumiblemente para asegurarse de que no le siguiesen.
El minero consiguió fugarse y emprendió la huida hacía el municipio leonés de Caboalles de Abajo, situado a unos 20 kilómetros y en el que residía. Los agentes dieron aviso a la Unidad Central Operativa, para que establecieran el correspondiente dispositivo con el que neutralizar al sospechoso, y accedieron a la vivienda, encontrándose un escenario de pesadilla. .
La huida de José Manuel Álvarez duró dos horas, tiempo en el que recorrió unos 60 kilómetros. A las 8.00 horas, un control de la Guardia Civil le neutralizó en la localidad leonesa de Matarrosa del Sil. En el vehículo se le incautó la funda de un machete de grandes dimensiones, pero no el arma blanca. «Tuvo muchos sitios donde deshacerse de ella, va a ser difícil localizarla», detalló el teniente coronel.
El detenido presentaba varias heridas que, presumiblemente le habrían causado sus víctimas tratando de defenderse. Los agentes lo trasladaron al Hospital de Ponferrada, para que fuera atendido. A media mañana, regresó custodiado hasta Cangas del Narcea, para pasar a disposición judicial.
El suceso conmocionó tanto a los de Degaña como a los compañeros y conocidos del minero leonés, que no acertaban a explicarse lo sucedido. Silvia Brugos no había interpuesto hasta la fecha denuncia alguna por malos tratos contra su expareja, y a ojos de sus conocidos estaba logrando rehacer su vida.

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R. Mera

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