La foto y su pie.- Invierno

La foto y su pie.- Invierno

Se ha enseñoreado el invierno de los campos extremeños. Lamen las nieblas los tejados llenos de escarcha de los pueblos y aldeas, que estrechan sus calles y apretujan sus casas dándose calor, y la luz que se filtra desde el cielo saca reflejos a los olivos ya descargados de sus frutos. El bullicio de agosto es ya tan solo un recuerdo débil perdido entre las esquinas de la Plaza solitaria. Berzocana encierra sus años y los de sus vecinos junto a braseros y chimeneas.

 

.Comparte en tus redes sociales
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin
Pin on Pinterest
Pinterest
Share on Tumblr
Tumblr

R. Mera

Un comentario en «La foto y su pie.- Invierno»

  1. Acabo de recibir la Maniega y al abrirla con la misma ilusión y curiosidad con la que lo llevo haciendo no sé si 35 o los 36 años que tiene, leo el ” hasta siempre amigos”, no veo que figure ninguna dirección de correo electrónico en la que dejar por escrito mi agradecimiento por todos estos años de información, de mantener vivo el contacto con mi tierra. Que sepáis todos los que habéis hecho la maniega, que vuestro esfuerzo y sacrificio no ha sido en vano, que habéis hecho feliz a mucha gente en estas tres décadas. Me fui de Cangas a Oviedo con 11 años, en cuanto me enteré que se abría de nuevo la Maniega me suscribí ( con 17 o 18 años pagándolo con mi primer sueldo cuidando niños mientras estudiaba). Cuándo me casé y me vine a vivir a Madrid con 23 continué suscrita. Conservo una fotocopia de una maniega de 1932 en la que hay un artículo sobre la boda de mis abuelos, titulado “boda rumbosa”, que por cierto me encantaría encontrar un original, tal vez me podáis decir dónde.
    Entiendo que los tiempos cambian y nos hacemos mayores y que nada dura para siempre. Acepto con tristeza el final, porque se que cuándo no hay relevo alguna vez hay que parar.
    Yo tengo la suerte de ser emigrante de interior y los 500 km. que me separan de mi tierra no es nada, puedo ir en semana santa y en verano varias semanas, estar en el Carmen, llorar en la Descarga, reírme y confraternizar con mis amigos y disfrutar de mi tierra. Mis dos hijas son madrileñas de nacimiento y Asturianas de corazón porque nunca han dejado de ir a Cangas, ellas también tienen amigos allí y son felices cuándo van. Crecieron oyendo la gaita, y en la distancia tocan el panderu y la pandereta y bailan. En todo este periplo la Maniega tuvo mucho que ver ya que todos la leíamos y la comentábamos.
    Sentimos perder la Maniega, agradecemos que se nos de esta alternativa en la que poder estar al día de lo que pasa por Cangas.
    Ha sido un inmenso placer. Gracias, gracias, gracias, gracias…..

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.