Diciembre agota sus dias. Que la salida y entrada os sean propicias

Diciembre agota sus dias. Que la salida y entrada os sean propicias

Diciembre agota sus días. Las hojas del calendario han ido cayendo lentas, pero cadenciosas e imperturbables, al acontecer de los hechos que marcaban. Indiferentes, ajenas, señalando un paso del tiempo en el que ni inciden ni intervienen.

Y con cada hoja caían los días: treinta, treinta y uno, otra vez treinta; y febrero aportaba la nota discordante. Y tal cual ocurre con gran parte de los árboles en esta época, de cada rama la última hoja cae al suelo seca, muerta; el calendario pierde también sus últimos días que caen de su todo perdiéndose en la nada

Con esta de hoy cierro aquí mis estampas de 2021. A ojo de buen cubero, que se decía antaño, o tras consultar a san Google, que se dice ahora; creo que he estado con vosotros, unas doscientas treinta veces, en este perfil de artículos que aquí y en Onda Cero, hemos denominado Estampas. Doscientos treinta días, arriba o abajo, que me he colado en sus casas par contarles  historias de ayer o de hoy, mostrarles mis opiniones, o infórmales, comentando y opinando, de unos u otros acontecimientos. Gracias por abrirme sus puertas y ventanas y mis más sinceras disculpas a aquellos que, de una u otra forma, pudieseis haberos sentido ofendidos por mis opiniones o mis formas de expresión y decir. Mil perdones.

Cerramos mañana un año cuya clausura estuvimos creyendo, hasta hace tan solo unos días, poder realizar en total libertad y con el mismo alboroto y ruido que otros años. No ha podido ser. El dichoso bicho se ha disfrazado, se ha dado la vuelta, y ha vuelto a hacer de las suyas limitando nuestros movimientos, coartando nuestro viajes, o anulando nuestras cenas y reuniones con familiares y amigos. Y nos hemos indignado. Y ha sido así porque, de alguna forma, nos habían hecho creer que todo estaba controlado, que la pandemia finalizaba, que todos estábamos ya vacunados, que el bicho estaba en retirada, que nadie se estaba quedando atrás. Y, confiados, nos lanzamos a las calles en busca de la perdida libertad invadiendo aquellas y los espacios de ocio. Y todo se nos vino abajo. La realidad hacía que el optimismo vendido desde la política se diera de bruces contra ella.

Y mientras el gobierno se inhibe totalmente de sus responsabilidades lavándose las manos, contándonos únicamente lo bien que hacemos lo de vacunarnos, se saca de la manga el concepto de “cogobernanza” y se arma el pandemónium total. Entre reunión y reunión de unos y otros responsables, de alguna forma se pierde el “co” y aparece un “des” que viene a ajustarse mucho más a la realidad. La “desgoberzanza” es total. Unos dicen `so´, otros `arre´, otros que `un paso adelante´, otros que `atrás´. Aquellos que `a cerrar´, estos que `a abrir´; los unos que lo que haga el otro; los otros que lo contrario que el del lado… Y al final a cerrar la Hostelería, al parecer única y total responsable de todo lo que ocurre. Y mientras el bicho se atrinchera en su unicidad, nosotros preparamos dieciséis ejércitos de Pancho Villa que cada uno por su cuenta, e incluso arreándose empujones unos contra otros, todos, con el general escondido a la cabeza, salen a apuntarse algún triunfo, si es que aparece, y esconden aquella como avestruces a la hora de tomar decisiones que pueda perjudicar sus escaños o, incluso, la silla en su comarca, municipio o aldea.

Pese a todo ello, iniciemos el año con optimismo, brindemos por un futuro mejor y con mejores políticos; mostremos nuestro respeto a los mayores, a los estudiosos, a los investigadores, a nuestras Instituciones y, sí, incluso a los que nos gobiernan en el nombre de todos.

Gracias por vuestra paciencia y que el año que nos abre sus puertas os sea propicio y llegue con el cuerno de la abundancia abierto para todos.

Paz y bien

.Comparte en tus redes sociales
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin
Pin on Pinterest
Pinterest
Share on Tumblr
Tumblr

R. Mera