Donde éramos pocos…parió la vaca o… berró la ternera…:300euros

Donde éramos pocos…parió la vaca o… berró la ternera…:300euros

“Carmina” en su refugio

En esta sociedad tan líquida y gaseosa que nos está tocando vivir, donde todo el mundo se la coge con papel de fumar y luce una piel más dedicada que las sedas de Persia, cualquier cosa, chorrada o mentecatez, hiere nuestros sentimientos, o nuestras creencias, o nuestro descanso… o lo que sea con tal de que lleve delante el posesivo nuestro, el vuestro no lo consideramos.

Les cuento: El pasado verano, unos ganaderos de Pandiello, pequeño pueblo de la parroquia de Villar, cerca de Pola de Siero, fueron denunciados por un vecino debido a los ruidos procedentes de una de sus cuadras. La causante: una xatina cuya madre había muerto y fue destetada repentinamente. En diciembre, hace ahora un año, técnicos del ayuntamiento hicieron una comprobación de decibelios y posteriormente les llegó la denuncia: La xatina había superado los 55 decibelios permitidos en la ordenanza municipal, llegando a 74.  Trescientos euros de multa.

La familia de Pandiello tiene está explotación ganadera desde los años ochenta. Es una explotación muy pequeña, de autoconsumo, en total 6 vacas. En los más de 40 años que la familia de Pandiello lleva trabajando con los animales en la zona, nunca han tenido un problema similar “¡Ni tan siquiera ni cuando había más vacas!”. Y explica: “Esto es una zona rural y los animales siempre estuvieron. Hay una nueva tendencia de gente que se muda a entornos rurales y no comprende que esto no son urbanizaciones. “Cuando murió la madre, Carmina que así se llama la xata, no pudo seguir mamando y fue cuando hubo algo más ruido de lo normal pero era algo puntual y que duró unos días, hasta que se acostumbró”.

Según se cuenta el motivo de la denuncia no sería únicamente el ruido provocado por la vaca, sino también por los de una motosierra. El Ayuntamiento, al existir una denuncia, no tiene otra opción que tramitar la sanción. No sabemos como ha quedado el asunto tras realizar la familia las pertinentes alegaciones, o se  volvieron a realizar mediaciones y si se  superó o no el límite.

Como aviso a navegantes recordamos que la norma de ruidos es una ley estatal y si se superan la Administración se verá obligada a aplicar la sanción. En este caso, los propietarios sancionados aún no comprenden cómo se pudo llegar a tramitar la multa. “Pensábamos que no iba a llegar a nada, porque es ridículo, de risa”, aseguraba Roberto Pandiello, hijo de los propietarios de la vaca.

Y es que ahora, en estos trastocados tiempos en lo que proliferan derechos y nos recortamo deberes hay gente que está convencida de que el campo ha de adaptarse a sus nuevos y urbanitas vecinos.

Para ponerse a mear y no echar gota

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R. Mera