Ponga un corcho en su frigorífico

Ponga un corcho en su frigorífico

Verán amigos. En lo que a las tareas domésticas respecta, a menudo acuden unos y  otros  en nuestra ayuda con sencillos remedios naturales. A menudo resultan mucho más eficaces que los detergentes y limpiadores caros. A menudo vemos también como nos solucionan un problema  prácticamente sin gasto alguno. Y también a menudo vemos como nos toman el pelo.

Resulta que leí en la prensa asturiana que los corchos tienen una más que probada utilidad para resolver algunos problemillas caseros Veamos: Los tapones de corcho son abundantes y fáciles de encontrar.  De hecho, las botellas de vino se cierran precisamente con el clásico corcho. Sin embargo, después de abrir la botella, tirar los corchos es un gran error. ¿Por qué? se preguntaran ustedes. Pues porque  ahora resulta que son muy útiles para solucionar un inconveniente que ocurre en todos los hogares como los de los maalos olores. Lo leí, me mostré suspicaz y reacio, pero decidí probarlo, así como  a la remanguillé,para que en el caso de equivocarme no diese lugar a mofas o risitas.

Habrán detectado ustedes  que a veces, al abrir la puerta del frigorífico o del congelador, nos asalta un olor bastante desagradable, más o menos intenso. Las causas pueden ser múltiples y variadas. En primer lugar, la presencia de alimentos que huelen mal por naturaleza, como el ajo, la cebolla y ciertos tipos de queso como el gorgonzola o el cabrales.

Resulta que los alimentos que se han estropeado, como una fruta podrida, desprenden mal olor. Lo mismo ocurre si guardamos los alimentos de forma incorrecta, sin papel de aluminio protector o no en recipientes herméticos.

Ahora es su turno: Coja un corcho y colóquelo en un estante de la nevera. Si quieres, también puedes cortarlo en 2 ó 3 partes y disponer los trozos resultantes en varios estantes. Haz lo mismo en el congelador o en los distintos cajones del mismo. Hazlo por la noche y a la mañana siguiente prueba a abrir el congelador y el frigorífico. Inmediatamente notará que, como por arte de magia, el olor habitual que se crea en el interior del citado  electrodoméstico ¡ha desaparecido!

            Y ¿por qué es ello? Así lo explican los que de ello saben:

 El corcho es un material poroso que absorbe la humedad y los malos olores. Esta sencilla estratagema, por tanto, es muy útil para decir adiós a los malos olores en el frigorífico. Pero aún hay más, sobre toda para aquellos más exigentes: Si lo desea, puede verter una gota de un aceite esencial de su elección sobre el corcho para perfumar al mismo tiempo el interior del aparato. Yo le ayudo: El aroma más adecuado es el de limón fresco. Otros cítricos como la naranja, el pomelo, la bergamota y la mandarina también pueden funcionar bien.

Así verá como al abrir la puerta del frigorífico o del congelador, en lugar del clásico mal olor del que antes he hablado, le llegará un perfumado airecillo de esencias.

Y ahora haré como en los anuncios. Lo hice comprobé y dio resultado. ¡Ponga un corcho en la nevera o el congelador y se acabaron los problemas!

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R. Mera