SUROCCIDENTE.- Se busca que los maestros interinos puedan permanecer dos años en el mismo destino
Al igual que sucede con los programas de fijación de población o de lucha contra el paro en las zonas rurales, la educación también busca sus propios programas de desarrollo y aplicación que, en la mayoría de las ocasiones, llegan más cargados de grandilocuencia y afección política, o tan solo de buenas intenciones, que de realidad práctica y operativa. La mayoría se programan desde lejanos despachos por funcionarios que, en muchos casos, no han conocido la realidad del día a día, el barro de los caminos o frío de los edificios escolares diseminados por cientos y un pueblos, especialmente aunque no en exclusiva, en las alas asturianas. Surge ahora una nueva idea que, al menos en su primera propuesta, se muestra realista y puede resultar operativa, y ello será si la maraña administrativa, que todo lo enreda y enmadeja, no echa abajo los buenos propósitos iníciales.
Las escuelas rurales de Asturias disponen de un plan para los próximos cuatro años que busca la mejora de la enseñanza y una apuesta decidida por la innovación. Entre las medidas que plantea el documento, promovido por el Observatorio de la Escuela Rural de Asturias, figura la posibilidad de que los interinos puedan permanecer dos años en el mismo destino, lo que reduciría la inestabilidad de la plantilla de estos centros.
La consejera de Educación, Lydia Espina, destacó que se trata de una “medida muy requerida” que ya figuró en su día en el acuerdo de interinos. No obstante, debe negociarse con los sindicatos de cara a su puesta en marcha en el curso 2024-2025.
El plan cuatrienal se aprobó por el Pleno del Observatorio, presidido por la titular de Educación, quien señalaba que “no es un plan de la Consejería, es un plan del Observatorio, porque se ha hecho entre todos.
Al respecto de la propuesta relativa a los interinos, Espina considera “muy importante asentar el profesorado en las escuelas rurales, porque hay dificultades relacionadas con la distancia, el alojamiento y el transporte y es bueno para mejorar la calidad de la educación rural”… De esta forma, argumentaba, se implicaría más al profesorado al permanecer varios años en el mismo centro.
Otro de los objetivos destacados de la propuesta es la creación de una red intercentros y otra de asociaciones de madres y padres de alumnos (Ampas) para los 61 centros rurales diseminados por 44 concejos de Asturias. Según los datos facilitados por Educación, el curso recientemente terminado ha contado con 3.550 alumnos matriculados en la red rural, atendidos por 916 docentes.
La red de centros rurales busca “fomentar el apoyo entre los equipos directivos y el profesorado”, con la idea de que puedan compartir experiencias, materiales y proyectos. Igualmente, la red de Ampas persigue que puedan programar actividades extraescolares conjuntas y “reforzar la oferta cultural” que se plantea al alumnado.
Que así sea.
