CANGAS DEL NARCEA.- Lo sarmientos pasarán a ser productos elaborados

La Denominación de Origen Protegida (DOP) Cangas puso en marcha a principios de año un proyecto piloto en colaboración con la empresa asturiana Mush Mycotechnology Design, dedicada al diseño e ingeniería de materiales orgánicos.

FOTO: Por la izuierda, Leandro Meléndez (de Mush); la directora técnica de la DOP, Alicia Fernández; Adrián Fernández; el alcalde de Cangas, José Luis Fontaniella; la investigadora del Serida, Isabel Feito y Cristina Anoro (Mush) en el stand hecho con biomateriales resultantes de la poda. 

La firma recogió seis toneladas de madera de la poda de varios viñedos y con ese producto ha elaborado el stand que la DOP ha lucido este año en la Fiesta de la Vendimia. Amén de la presentación del stand reciclado en el patio del consistorio,  anunció que a partir del próximo año se recogerán de manera gratuita los restos de las podas en todas las bodegas interesadas.

Según lha señalado la DOP, con esta propuesta de recogida de los restos de las podas, se evita además “que los bodegueros opten por la quema de los residuos o por dejar los materiales en la finca, lo que podría ser un problema en caso de que la madera tuviese algún tipo de enfermedad”. Así las cosas, a principios de año, cuando llegue la época de poda, los bodegueros podrán solicitar este servicio gratuito de recogida. De ello  se ocupará la citada empresa Mush, que a su vez tiene un convenio firmado con el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) para»estudiar alternativas a la quema de los sarmientos de la poda de las viñas, con el fin de reducir la huella ambiental de la zona e identificar procesos más eficientes para la reutilización o reciclaje de este residuo».

El presidente de la DOP, el bodeguero Adrián Fernández, ha señalado que “»en un mundo donde los desafíos ambientales son cada vez más evidentes, es nuestra responsabilidad encontrar soluciones sosteniblesque no solo protejan nuestro planeta, sino que también promuevan un futuro más consciente y responsable» para seguidamente añadir que el uso de los restos de las podas para fabricar nuevos materiales no solo es una apuesta por la innovación, sino que representa «un paso importante hacia la reducción de desechos y la conservación de nuestros recursos naturales».

Lo que hace en esencia la empresa Mush es «convertir los residuos en biomateriales fúngicos». En concreto, se recogen los residuos orgánicos y se mezclan con el micelio, que «tarda aproximadamente una semana en colonizar completamente la mezcla, uniendo los materiales como un pegamento natural». La mezcla se coloca en moldes con la forma deseada. Una vez que el material ha cogido fuerza y el micelio lo ha colonizado se retira de su molde y se seca, según precisa esta firma con sede en Cabranes. Por último, añaden, se deshidrata y se seca el producto final para que quede como está. En este sentido, plantean «un modelo circular que transforma los residuos orgánicos en productos útiles». Con ese nuevo material se pueden diseñar desde aislantes acústicos, a packaging o mobiliario.

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R. Mera