NARCEA/BERZOCANA .- PÍLDORAS, una sección recuperada.
Allá, cuando los años setenta avanzaban, camino del cambio de década, los periódicos eran una cosa muy distinta de la actual, y también la forma de hacer de los corresponsales.
Yo lo era a sazón de La Voz de Asturias y, amén de la información más o menos diaria, tenía una pequeña sección así llamada: Píldoras en la que, con más o menos acierto, expresaba mi especial forma de ver los hechos. Eran frases cortas, una especie de aforismos a caballo (salvando todas las distancias en cuanto a calidad e ingenio) entre las Greguerías de Gómez de la Serna y las Gotas de Tinta que también por entonces, y desde bastante antes, publicaba Carantoña en El Comercio. Sin perjuicio de rescatar aquellas, habrán visto que he comenzado la publicación de otra serie, también más o menos diaria, y que al final de cada mes, resumiré aquí para ustedes juzguen y sentencien.
PÍLDORAS.- Mes de abril
–La Naturaleza es sabia. El juez de melena cardada sentenció en El Chipi: nos es cierto, y firmó. Su porquero en Cangas le secundó entusiasta. Se equivocaron el juez y su porquero. Es sabia
-Generalmente el tonto del pueblo no es el que señalan los vecinos. Suele querer pasar por “sabido”, “enstruido” y “edicto” al Rey, pero es el tonto aunque no lo sepa.
-Los políticos acudieron a La Himera. Las vacas continuaron rumiando indiferentes al paisaje, el paisanaje y las proclamas.
-Según Noel Clarasol es preferible tener la boca cerrada y pasar por tonto que abrirla y demostrarlo. El porquero del juez la abrió y emitió un gruñido. Demostró dos cosas
-Javier Fernández, presidente asturiano, estaba tan eufórico que silbó dos notas de “La alegría de la huerta”
-Si casas un tonto con una visionaria saldrá un político capaz de defender simultáneamente una cosa y su contraria.