Hoy ceniza y sardinas

Tal día como hoy cuando yo era un niño y aún bastantes años después, al igual que seguro les ha sucedido también a muchos de ustedes, acudíamos en filas desde las escuelas hasta la iglesia para recibir “la ceniza”. Y es que hoy es miércoles   de ceniza.

Nos acercábamos hasta el sacerdote que con la ceniza en un platillo tomaba un poquito entre sus dedos y con ella trazaba una cruz en la cabeza o la frente mientras repetía en monocorde melopea a la medida que iban llegando niños y niñas: “Memento homo, quia pulvis es, et in pulverem reverteris” (Recuerda hombre, que eres polvo, y que al polvo regresarás) No he olvidado nunca el latinajo.

 El Miércoles de Ceniza tiene sus antecedentes en la tradición judía. Para este pueblo, la ceniza era un símbolo que representaba la fugacidad de la vida y el arrepentimiento de los pecados. Con este día da comienzo a la Cuaresma, un período de 40 días que conducirá a los fieles cristianos hasta la Semana Santa y, especialmente, hasta la celebración de la Pascua de Resurrección. Paralelamente, pone fin al tiempo de Carnaval con el tradicional entierro de la Sardina, celebrado en buena parte de España. El entierro de la sardina parodia un cortejo fúnebre que lleva a la señora sardina recorriendo las calles del pueblo con el fin de llegar al punto donde se le dará sepelio. El despedir a la sardina significa despedir el carnaval y empezar la cuenta atrás para el carnaval siguiente.

 Es pues el Miércoles de Ceniza el primer día de Cuaresma en el calendario litúrgico católico. La imposición de la ceniza es el rito característico de esta celebración litúrgica. Pero no vale cualquier ceniza, la que se utiliza se obtiene de la incineración de los ramos y palmas bendecidos el Domingo de Ramos del año anterior rociadas previamente con agua bendita y aromatizados con incienso.

La imposición de ceniza es una costumbre que recuerda a los que la practican que algún día vamos a morir y que el cuerpo se va a convertir en polvo. Tanto el miércoles de ceniza, los viernes de Cuaresma (6 en total) y el Viernes Santo son días de Vigilia, lo que significa que no se comen carnes ni caldos de carne.

Y acompañando a los ritos religiosos aparecen también los paganos como el entierro de la sardina que ya hemos citado. Prohibido durante los largos años de la dictadura, el pueblo y los pueblos siempre encontraban alguna fórmula para , esquivando al vigilancia de la Guardia Civil, enterrar a la señora sardina tal día como hoy.

Con más de 170 años de historia, el origen de esta fiesta se remonta al año 1851, cuando, según cuentan las crónicas, un grupo de estudiantes murcianos, tras el desfile de carnaval, y ataviados con capuchones negros y utensilios de cocina recorren las calles de la ciudad portando un féretro a hombros con La Sardina dentro para finalmente quemarla.

El entierro parodia un pues un cortejo o fúnebre que lleva a la señora sardina recorriendo las calles de cada pueblo con el fin de llegar al punto donde se le dará sepelio. El despedir a la sardina significa despedir el carnaval y empezar la cuenta atrás para el carnaval siguiente.

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R. Mera