La foto y su pie. El Arbolín, tercera generación

Corría 1.962. El Bar Nenín era ya, digamos centro de operaciones, de la Peña El Arbolín. Y así fue y siguió siendo. En esta foto se está produciendo, nos cuenta Rodrí, el inicio de la tercera generación de componentes de la Peña. Sesenta largos años después algunas caras se han diluido ya en las telarañas del semiolvido, otros han cambado tanto que cuesta reconocerlas. Pero ahí están, impasibles al paso del tiempo porque, dicen ellos y so suscribo, la esencia del Arbolín es eterna en el tiempo y sus componentes. Pararán éstos de generación en generación, y pasarán los años, pero el Arbolín estará ahí siempre, con su historia, con sus gentes, con sus cosas, con sus voladores y sus cánticos.

¡Siempre Arbolín!