De Larna a Berzocana: del agua al sol

Sábado, 19 de agosto.

Esta mañana salí a pasear con paraguas. No me lo esperaba, pero la realidad se impuso. Había bajado la niebla y envolvía todo; ni casas, ni árboles, ni montes, mostraban sus caras completas, tan solo sus entornos. El camino no iba más allá de unos metros delante de mis pies. Llevo pantalón corto y el agua moja mis piernas desnudas

El silencio, ya casi habitual,  envolvía la aldea, ni siquiera los veraneantes daban señal alguna de su estancia.

No más de veinte minutos después, la niebla se retira rápida; asoma el sol y enseguida sobra la chaquetilla del chándal. Salto sobre el barro y los charcos del camino, recorroun pequeño trecho y al empinarse duramente aquel, inicio la vuelta.

Ya en casa pongo el para guas a secar y coloco hamacas y tumbonas en la terraza. Trabajo baldío. Se va el sol y vuelve el agua. Refresca notablemente. Hay que ponerse el pantalón del chándal.

Ayer, viernes, se pregonaron las fiestas en Berzocana. Me llegan las primeras fotos. Cientos de paisanos corrieron con esfuerzo y divertimento. Entre ellos andaban mi yerno Paco y mi nieto Javier, y su inseparable Sergio, mi sobrino. No hay ni niebla ni agua. El sol, me dicen, brilla con todo su esplendor tal como a lugar y fecha corresponde.

Me refugio a techado y me pongo a escribir estas líneas. Mañana es el Domingo de las Fiestas en Berzocana.

La agujas del reloj se acerca a la una.En Larna, en el concejo de Cangas del Narcea, en Asturias, sigue lloviendo.

.Comparte en tus redes sociales
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin
Pin on Pinterest
Pinterest
Share on Tumblr
Tumblr

R. Mera