SUROCCIDENTE.- Y si cierra el Hospital será en interés de la ciudadanía y el progreso de la comarca
Creo que se acerca el momento de avivar todas las alertas sanitarias en determinadas zonas de Asturias. Y ésta del Suroccidente es una de ellas. Y no es que me guste comentar este tipo de noticias, es que desde que en el hacer político se ha instalado con la mayor naturalidad el mentir, el engañar manipulando el lenguaje, o el tomar a los ciudadanos como menores de edad sin entendimiento ni capacidad de opinión más allá de la de loar y ensalzar al jefe sea este de la corriente que sea, los que podemos debemos, al menos, alertar a la ciudadanía de lo que se avecina.
Y es que, amigos, desde Consejería de Salud y del Servicio de Salud del Principado, el tan traído y llevado SESPA tienen previsto sacar a concurso las plazas de gerentes de las ocho áreas sanitarias de la región mediante el sistema de libre designación.
En sí mismo este hecho no debería llevar a preocupación alguna, pero en los ambientes sanitarios se considera más que probable que varios de los gerentes actuales de las áreas, que no llegaran tan siquiera a la mitad, sean confirmados en sus puestos.
Recordemos que el actual mapa sanitario de Asturias consta de ocho áreas cuyas cabeceras están emplazadas en Jarrio (Coaña), Cangas del Narcea, Avilés, Oviedo, Gijón, Arriondas, Mieres y Riaño.
Y ahora vamos al detalle: La Consejería de Salud anunciado su decisión de emprender una revisión de la citada estructura sanitaria en vigor desde en 1984. A tenor de lo dicho por la titular de Salud, Conchita Saavedra, lo más probable es que las ocho circunscripciones sean sometidas a un proceso de fusión del que salgan tres o cuatro. Si se pasara a tres, es seguro que las cabeceras serían Oviedo, Gijón y Avilés. Si fueran cuatro, la cuarta muy probablemente agruparía a las cuencas mineras de Nalón y el Caudal que de esta manera preservarían su protagonismo y autonomía. ¿Intuye usted ya amigo lector cuáles serían las llamadas a desparecer como tales?
Cada área sanitaria dispone de un gerente con su equipo directivo. La revisión del mapa será posterior a la designación de los nuevos gerentes, pero los que resulten elegidos “tendrán que saber que, una vez nombrados, estarán sujetos con todas las consecuencias a los cambios que se hagan”, explicó a diversos medios informativos un buen conocedor de la sanidad pública regional.
Otra derivada de esta estrategia es que dejará claro quiénes son los gestores de confianza de la nueva consejera de Salud, Conchita Saavedra, y del nuevo gerente del Sespa, Aquilino Alonso. Nadie podrá justificar acciones que se ven venir como que tiene que aceptarlas porque vienen “heredadas” de un equipo anterior.
Estemos pues alerta del devenir de los hechos en lo que a sanidad respecta pues lo responsables políticos no reconocerán lo que aquí anunciamos de una manera abierta y sincera, no. Nos lo servirán envuelto en papel de celofán espolvoreado de brilli-brilli y palabrería huera y grandilocuente. Y nos dirán que no nos preocupemos que todas las decisiones que se tomen serán por el bien de la ciudadanía, su bienestar y el progreso de la comarca.
Amén
