CANGAS DEL NARCEA.- El fracaso de Narcenatur

CANGAS DEL NARCEA.- El  fracaso de Narcenatur

La desilusión ha sido general. La denominada Feria de la Caza, Pesca y Naturaleza (Narcenatur) ha tocado fondo y esta edición no ha ido más allá de un mercado de sábado destacado.

Abunda en esta crítica negativa tanto el personal de a pie como hosteleros y hoteleros que vieron como no se cumplían sus expectativas y la afluencia de gente fue muy poca. “Incluso creo que muchos nativos se marcharon”, apuntaban.

Foto Mera
Foto Mera

El sábado apuntó maneras hacia media mañana pero sin lograr llenar en ningún momento. A partir de mediodía se desinfló por completo y eso de las dos de la tarde, la carpa de La Oliva estaba prácticamente vacía.

Las instalaciones de La Himera, donde tenía lugar una muestra de Ponys, apenas fue visitada en ese mismo día y flojísima estuvo también la mañana del domingo. “Se anunció muy poco”, se quejaba uno de los propietarios de caballos

En esta mañana incluso ya aparecieron vacíos algunos de los puestos instalados en la calle. Tampoco consiguió despertar interés el mercadillo de productos locales montado en el Patio del ayuntamiento.

Era notoria la falta de actividades en la calle. No puedo opinar de la repercusión que tuvieron las charlas y exposiciones puntuales, aunque me comentan que también estuvieron muy flojas. A lo largo de la mañana del domingo se podía aparcar sin prácticamente problemas y el sábado con no más dificultades que otra cualquiera por estas fechas.

Notoria también la falta de niños pese a la cifras de la organización que señalan que al menos 200

Foto Mera
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participaron en los talleres. Poca cosa si se tiene en cuenta que tan solo la villa cuenta con una población escolar superior a los mil alumnos tan solo en la enseñanza obligatoria a los que habría que agregar los del resto del concejo.

Narcenatur fue una feria que llegó a alcanzar repercusión nacional y que en sus inicios y durante los primeros años se supo vender muy bien y llegó a ser referente regional. La presión de los propios cangues hizo que se trasladase  desde la Himera a las calles dela villa donde es físicamente imposible su desarrollo. Ahí comenzó la decadencia. Poco apoco las principales firmas se fueron retirando y comenzó a cambiar la perspectiva, la organización y la programación, siempre en sentido negativo. Hasta llegar al fracaso cosechado este año.

Y por cierto, la justificación de la concejala responsable de que la culpa es “del gobierno local anterior que la convirtió en un mercadillo” no es de recibo. Ni fue ese gobierno el que abandonó la Himera y comenzó el recorte de actuaciones en la programación ni programó la de este año. Cada palo deber aguantar su vela

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R. Mera

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