ENCLAUSTRADOS XL.- Cuarentena real

Vallao

Miércoles 22.- Hoy sí cumplimos cuarentena, al menos yo. Y de ahí que este “enclaustrados” lleve el número cuarenta. El día 14 de marzo escribí el primero.

Inicio mi matinal paseo y oyendo la radio y de las entrevistas que van sucediéndose deduzco sin trabajo mental alguno que aquí todos y cada cual se dirigen de una manera u otra al gobierno preguntando: ¿qué hay de lo mío?. Aunque eso sí, para todos y cada uno de los colectivos, asociaciones, agrupaciones, antenas, gabinetes, gremios, sindicatos, comités, observatorios, comisiones y demás etcéteras,  ya que todos y cada uno de ellos son los más necesarios e importantes para el buen funcionamiento de la nación y la ciudadanía”. Nunca piden nada interesadamente, todo es por el bien de los demás. ¿El dinero?. No hay que preocuparse, aunque haya quienes piensen que lo dan, así sin más, el Gobierno o el Estado, no es vedad; primero nos lo pedirán vía impuestos y luego lo repartirán. Vamos, lo que se dice coger con una mano y dar con la otra quedándose en el medio las correspondientes comisiones de gasto y gestión.

Tras dar la primera vuelta por el pasillo decido largarme. Y de un salto me planto en Vallao dispuesto a efectuar la “Ruta de los Arrieros”. Iniciada la andadura, el camino se acerca a pueblos donde aún existen algunos hórreos que conservan primitivas estructuras de madera y su cubierta de paja de cereal. En Regla de Cibea paso junto a su iglesia parroquial consagrada a Santiago. Como la imaginación va mucho más rápida que las piernas pronto dejo atrás Sonande y me llego a una original braña de no menos original nombre: la braña Cindeouvecha. Descanso brevemente asomándome a la ventana y ascendiendo por un estrecho camino y luego por la pista hasta llagar de nuevo a Vallao. La mar de fácil y reduciendo las cinco horas que lleva el recorrido a una.

Después del esfuerzo, y tras homenajearme con una cervecita, preparo la mesa donde allá pasadas ya las tres, y como tradicional es en esta casa, daremos cuenta de una carne guisada a caballo en su preparación entre lo asturiano y lo extremeño pues coligo yo que los pimientos rojos y verdes y los condimentos son más de allá que de acá.

Iglesia de Regla

Como las tarde se hacen largas y la actividad decrece al dejarnos llevar por la desidia que produce la falta de prisas y efectuadas ya las labores más o menos obligatorias del día me da por pensar, en el mi criterio, en el monumental error que está cometiendo el departamento correspondiente en primer lugar, y el gobierno como responsable final, en incitar a la ciudadanía nada menos que a la “delación”. Y entiendo yo que así es por cuanto el anuncio en cuestión que se repite en prensa, radio y televisión señala “si oyes ruidos, llama”. Hace referencia a la violencia de género y al ruido que  puede llegarnos de los pisos vecinos sea lo que sea lo que pase. Si uno llama sin más,  y visto lo que viene sucediendo en este terreno, el resultado puede ser nefasto ya que en estos casos el principio de inocencia está invertido, no hay que demostrar que se es inocente, sino que no se es culpable. Y en mi paseo vespertino me pregunto y si estos llamamientos a la delación no hicieron ya bastante daño  tanto en la guerra civil como en la posguerra. Pero bueno, quizás todo sean únicamente elucubraciones mías producto del enclaustramiento. Cuarentena cumplida, pero habremos de seguir,  así que ….

Paciencia y feliz jornada.

.Comparte en tus redes sociales
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin
Pin on Pinterest
Pinterest
Share on Tumblr
Tumblr

R. Mera

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.