SUROCCIDENTE.- Sumisos y dominatrices, pagar dinero porque te insulten

Cuando uno llega a cierta edad cree, erróneamente siempre, que ya lo ha visto todo o casi todo. ¡Cuán lejos de la realidad!

Hace no muchas fecha me encontraba en un periódico de tirada nacional un reportaje en el que se titulaba que “los sumisos financieros, los nuevos “pagafantas”, “el paganini” de siempre, están en Twitter”. Me paro intrigado y leo el subtítulo: “La última moda de las redes se basa en ganar dinero con la humillación: mujeres jóvenes que buscan `perros´ que les financien sus caprichos y varones que encuentran excitante hacer un bizun tras ser insultados. “Una parafilia que permite ganar miles de euros en unos minutos”.

Voy a intentar aclararles de que va el tal procurando no utilizar anglicismos o `palabros´ que impidan una clara comprensión de lo que acontece. Comenzaremos señalando que el “perros” anteriormente señalado es la denominación que dan las jóvenes a aquellos varones dispuestos a pagarlas porque los insulten. Y este es precisamente el quid de todo este sistema.

Se trata de una práctica llamada “de dominación financiera”, una moda relativamente reciente entre los jóvenes pero cada vez más habitual en la que ellos buscan ser sumisos (perros) mientras que las mujeres (normalmente jóvenes)  conocidas como “dominatrix”, y a las que los hombres llaman  “amas o diosas”, sacan un dinero extra. Y no hay nada extraño ni raro detrás. Ninguna de las partes llegará a conocerse, ni mucho menos a ofrecer o pagar favores sexuales. La mujer que solicita un “perro” que les pague este o aquel capricho recibe el dinero y punto.

“Busco perro financiero, perro sucio, que me compre un móvil”.”Busco sumiso que me regale unos (determinados) zapatos de tacón. Tengo un 37”, son algunos ejemplos.

 El hombre, el sumiso financiero, busca únicamente que le humillen y le insulten exigiéndole la trasferencia. Es una forma de obtener placer más allá de las convecciones actuales. La persona sumisa encuentra excitación y satisfacción en entregar su dinero o realizar contribuciones financieras a la persona dominante

Según la psicóloga Diana Sánchez, el que paga “obtiene un subidón emocional, una excitación, con una conducta autodestructiva… Son hombres que no obtendrían. –o eso creen ellos- atención de una mujer de otra forma”. Es una parafilia.

Ella manda, él sumiso

Y créanme. En el reportaje citado vienen múltiples casos de jóvenes que señalan haber recibido más o menos regularmente ingresos entre  150 y 300 euros hasta alcanzar los 2.000 o 3000 al mes, dependiendo de los sumisos que logre agrupar en su cuenta. En Twitter  existen cuentas de “dominatrices” profesionales que hacen públicas sus ganancias, que a veces alcanza hasta los cuatro dígitos. Otras incluso presumen de haber ganado 1.000 euros en apenas diez minutos. Según los expertos, el  sumiso financiero es un varón con unos 35 años de media.

Cosas de los nuevos tiempos quizás incomprensibles para muchos de nosotros. Como lo leí os lo cuento

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R. Mera